La cifra de víctimas por las recientes lluvias torrenciales en Japón supera ya las 200, mientras decenas de personas siguen desaparecidas, según informaron hoy medios locales.
La parte occidental del país se vio asolada por tormentas la semana pasada y la mayor parte del fin de semana, que provocaron inundaciones y corrimientos de tierra en el que es ya el peor desastre natural en el país desde el terremoto y tsunami de 2011 que desató además un accidente nuclear en la planta de Fukushima. Las zonas más afectadas ahora son las provincias de Ehime, Oakyama e Hiroshima, entre otras.
En numerosos lugares el suministro de agua está cortado, desatando el temor a la expansión de enfermedades, debido especialmente a las altas temperaturas y la humedad. Muchas viviendas han resultado además destrozadas, dejando a cientos de personas sin hogar en alojamientos de emergencia.
Unos 73.000 efectivos de las Fuerzas de Autodefensa (Ejército), la policía y los bomberos continúan hoy las labores de salvamento, para las que se han desplegado 80 helicópteros, según ha informado este jueves el ministro portavoz del Ejecutivo japonés, Yoshihide Suga, en una rueda de prensa.
Cabe hacer mención que debido a lo ocurrido el fabricante de vehículos Mitsubishi Motors, cuya planta de Okayama canceló sus operaciones durante varios días y lo reanudó el día de hoy. También lo hicieron las plantas que Mazda Motor tiene en Fuchu, en la prefectura de Hiroshima, y Hofu (prefectura de Yamaguchi).
Así como el fabricante tecnológico Panasonic, que desde el día del incidente que fue el fin de semana, han mantenida cerrada la planta que se encuentra en Okayama y no piensa reanudar en al menos una semana debido a que hay inundaciones (que afectaron al complejo) han dañado las instalaciones de suministro de energía.