Redacción / Información internacional
El pasado miércoles 14 de febrero, un tiroteo se suscitó durante un desfile organizado para los “Chiefs” de Kansas City, en el cual celebraban su reciente victoria en el Super Bowl.
En cuanto los aficionados de los jugadores escucharon las detonaciones, se alertaron, y cubriéndose la cabeza intentaron huir del lugar para dirigirse hacia un lugar seguro. Esta es otra celebración deportiva en Estados Unidos que es manchada por la violencia con armas de fuego.
Luego del ataque armado, se informó que una periodista hispana había perdido la vida, de la cual se presume fue reconocida por una radiodifusora, quien mencionó que ella era una de sus trabajadoras.
Además del fallecimiento de la corresponsal, presuntamente también se reportaron 22 personas heridas, de las cuales 11 eran menores. Aunque oficialmente sólo se ha reportado la pérdida de una vida, el medio “Kansas City Star” reveló que otra mujer sería la segunda víctima mortal.
Se trata de Lisa López-Galván, quien, de acuerdo a la citada fuente, fue llevada a un hospital por herida de bala en el abdomen, y mientras le realizaban una cirugía, la fémina murió.
Se destacó que el incidente al parecer fue causado por una disputa entre varios civiles, por lo que a través de una rueda de prensa, la jefa de la policía de Kansas City, Stacey Graves, dijo que el tiroteo no tenía que ver con “terrorismo”, ni con extremismo nacional y tampoco fue un ataque motivado por la celebración.
A la vez, la jefa de la policía también brindó los detalles sobre las personas lesionadas y el deceso de la comunicadora hispana. Mientras que Michael Hopkins, jefe de batallón del Departamento de Bomberos de Kansas City, indicó que además de la persona que pereció, tres se encontraban en estado crítico, otras cinco en estado grave, y una tenía heridas que no ponían en peligro su vida.
Extra oficialmente, se dio a conocer que presuntamente tres personas fueron detenidas y que, de acuerdo con otras versiones, un grupo de aficionados capturó a un sospechoso involucrado en la agresión y lo entregaron a las autoridades estadounidenses; sin embargo, Stacey Graves no pudo confirmar dicha información.