Redacción/Ciudad de México.
El pasado mes de agosto del año en curso, la madre del terrorista saudita Osama Bin Laden, Alia Ghanem, habló por primera vez de su hijo, a quien consideraba que era «muy buen chico» hasta que conoció en la adolescencia a gente «que le lavó el cerebro».
En una entrevista con el diario británico The Guardian. Ghanem, relató que Osama era muy tímido de niño, pero después de entrar en la carrera de Economía en la Universidad Rey Abdulaziz en Yeda, cambió.
«La gente en la universidad lo cambió. Se convirtió en una persona totalmente diferente. La verdad es que era un chico muy bueno hasta que conoció a una gente que, cuando tenía 20 años, le lavó el cerebro», refirió.
La figura clave en esa etapa de su vida fue Abdullah Azzam, miembro de la Hermandad Musulmana. Pronto se convirtió en un guía espiritual. “Recibía dinero por la causa. Siempre le dije que se mantuviera alejado de ellos, pero nunca me admitiría lo que estaba haciendo porque me quería mucho”.
Alia Ghanem, manifestó que cuando la familia se enteró de que Osama era yihadista, se molestó mucho. “Nunca se me pasó por la mente que el fuera yihadista”. “Cuando nos enteramos estábamos muy molestos. No quería que nada de esto sucediera. ¿Por qué tirarlo todo de esta manera?”.
La familia afirma que la última vez que vieron a Osama fue en las inmediaciones de la ciudad afgana de Kandahar en 1999, año en el que lo visitaron en dos ocasiones.
«Su base estaba cerca del aeropuerto que capturaron de los rusos. Estaba feliz de recibirnos y de enseñarnos todo. Incluso hicimos una fiesta e invitamos a todo el mundo», recordó Ghanem.
Por otra parte, uno de los hermanos de Bin Laden, Ahmad, aseguró que su madre «se niega a culpar» a Osama del ataque terrorista a las Torres Gemelas, del que responsabiliza a su círculo cercano.
«Lo amaba tanto que no es capaz de culparlo. Echa la culpa, sin embargo, a su círculo cercano. Ella sólo conoció a Osama de niño, el que todos vimos, y no llegó a ver su lado yihadista», comentó.