La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pidió prohibir las armas de asalto en el país vecino, esto lo que de que el pasado martes 24 de mayo un joven disparo en una primaria de Uvalde, Texas, asesinando a 19 niños y dos maestras.
La declaración la realizó luego de también asistió al funeral de las víctimas de otro tiroteo mortal que ocurrió en Búfalo, el cual se perpetró el pasado 14 de mayo cuando un supremacista blanco disparo en un supermercado, donde se localiza un área de mayoría de negra.
“Sabemos lo que funciona para solucionar esto, y la solución incluye una prohibición de las armas de asalto”, indicó la vicepresidenta estadounidense.
Kamala Harris expuso que las armas de asalto fueron diseñadas para matar muy rápido a muchas personas a la vez, armas de guerra; por lo que asegura que son armas “que no tienen lugar entre la sociedad civil”, agregó.
Horas antes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que, si bien no se puede “ilegalizar la tragedia”, sí se puede trabajar para hacer que Estados Unidos sea más seguro.
Biden aseguró que el país puede hacer “de una vez por todas” lo que hay que hacer para “proteger la vida de nuestra gente y de nuestros hijos”.