Un fuerte terremoto de magnitud 6,5, se sintió el domingo a las 7.41, en el centro de Italia. El seísmo, con epicentro entre Perugia y Macerata, ha hecho temblar durante varios segundos las casas del centro de Roma y de ciudades tan distantes como Florencia o Nápoles.
No se tiene noticia de víctimas mortales, aunque sí hay al menos una veintena de heridos, la mayoría leves, según datos de Protección Civil. Los daños materiales son cuantiosos. La magnífica basílica de San Benedicto, en Norcia, se ha venido abajo en gran parte.
Los casi 5 mil vecinos de la localidad de Norcia, especialmente afectada por el nuevo seísmo, están angustiados y temerosos porque la tierra no deja de temblar. El acceso al centro de la ciudad se ha cerrado. Numerosos edificios e iglesias se han venido abajo o han sufrido importantes daños en sus cimientos. Tres días antes, otros dos seísmos, uno de magnitud 5,4 y otro de 6,2. sacudieron la provincia de Macerata, en la región de Las Marcas. El miedo a las réplicas hizo que muchos vecinos ya se encontraran fuera de sus casas.