A través de redes sociales circula un video donde se puede verse como un hombre apunta con un arma de fuego, a centímetros de la cara de la vicepresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, sin embargo, no logró accionar la pistola.
Los hechos ocurrieron mientras Cristina descendía de su automóvil para saludar a sus seguidores, personal de seguridad que la acompañaban, no se percataron de la acción hasta que los simpatizantes, que se encontraban a las afueras de su vivienda, anunciaron el atentado.
El presidente, Alberto Fernández, confirmó que el arma estaba cargada con cinco balas, pero se encasquilló. Por el hecho se detuvo a un ciudadano brasileño identificado como Fernando André Sabag Montiel, quien se declarar ante la jueza y el fiscal encargados del caso.
El intento de magnicidio eleva al máximo la tensión en Argentina, que atraviesa uno de los momentos políticos más complicados de los últimos años, después de que la Fiscalía solicitara una pena de 12 años de cárcel para Fernández de Kirchner y la división que este hecho ha generado en una sociedad ya de por sí muy polarizada.
Simpatizantes de la vicepresidenta llenan la Plaza de Mayo para apoyarla; opositores condenan atentado, pero temen que se use como botín político. Ya se han organizado movilizaciones de forma masiva a sus simpatizantes, abrió el interrogante de cuánto más se profundizará la grieta entre los que aman y odian a la principal figura política argentina de las últimas dos décadas.