Inmigrantes en todo Estados Unidos tenían previsto quedarse en casa el jueves en lugar de ir a clase o a trabajar, para demostrar lo importantes que son para la forma de vida y la economía estadunidense, ante esto empresarios se unieron y cerraron sus negocios en apoyo a los migrantes.
Había actos del «Día sin inmigrantes» convocados en ciudades como Filadelfia, Washington, Boston, Houston, Chicago y Nueva York. El apoyo a la protesta ganó fuerza en medios sociales y con de boca a oreja.
La iniciativa es una respuesta al presidente Donald Trump, cuyo gobierno ha prometido aumentar la deportación de inmigrantes que viven en el país de forma ilegal.
Los organizadores esperaban que miles de personas participaran en las protestas para demostrar solidaridad con los trabajadores.
Varios restaurantes, entre ellos los mesones más famosos de Washington, se alistan para cerrar sus puertas el jueves o trabajar a media máquina, en solidaridad con la protesta.
«Indocumentados, residentes, ciudadanos, inmigrantes del mundo entero. Unámonos todos», se lee en un afiche levantado en las redes sociales llamando a la huelga.
«Señor presidente, sin nosotros y sin nuestro aporte, este país se paraliza», continúa el llamado.
Trump basó su campaña en la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México y atribuyó el alto desempleo a la inmigración. Como presidente ha pedido vetar la entrada en el país de viajeros de siete países de mayoría musulmana.
Con información de la Jornada