Redacción / Información internacional.
Juan José Zúñiga, comandante general del Ejército boliviano, amenazó con tomar la sede del Gobierno y cambiar el gabinete. Las circunstancias llegaron a tal punto, que un tanque rompió las puertas de la sede del Ejecutivo de Bolivia, alrededor de las 15:51 horas del pasado miércoles 26 de junio.
La noticia se dio a conocer a través de la red social “X” (antes Twitter), donde Evo Morales, ex presidente de Bolivia, aseguró que un grupo de francotiradores había tomado la Plaza Murillo en La Paz.
El ex mandatario dejó un mensaje en la red social, expresando lo siguiente: “Esto parece indicar que prepararon con anticipación el Golpe de Estado. Pido al pueblo con vocación democrática defender la Patria, de algunos grupos militares que actúan contra la democracia y el pueblo”.
Luis Arce, presidente de la nación boliviana, notó que soldados y vehículos blindados rodearon las puertas del Palacio de Gobierno, lo cual para él fue suficiente para considerarlo un intento de golpe de Estado.
En respuesta, el gobernante del país sudamericano llamó al pueblo a movilizarse contra el despliegue armado, y horas después designó una nueva cúpula militar, relevando al comandante general del Ejército, Juan José Zúñiga, quien protagonizó la movilización contra el Gobierno y fue enfrentado por Arce.
El actual presidente emitió un mensaje nacional, donde expuso lo siguiente: “Nadie nos puede quitar la democracia que hemos ganado” y “No podemos permitir que una vez más, intentos golpistas se cobren vidas de bolivianos”.
La tentativa militar ocurre en un contexto donde el partido gobernante, Movimiento Al Socialismo (MAS), está fracturado tras un enfrentamiento entre el actual presidente, ganador de las elecciones de 2020, y Evo Morales, el primer mandatario indígena de la nación sudamericana, quien presidió de 2006 a 2019 y que además anunció sus intenciones de reelegirse para 2025, aunque está impedido de hacerlo por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Sin embargo, el mismo Evo Morales se apresuró a denunciar el acto del día anterior, que fue rechazado prácticamente por toda la comunidad internacional, incluyendo a México. El presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su “más enérgica condena al intento de golpe de Estado”, mientras que la presidenta electa Claudia Sheinbaum, calificó los hechos como “un atentado contra la democracia”.