El gobierno de México informó que el menor muerto en el tiroteo, en la escuela North Park, en San Bernardino, California, se llamaba Jonathan Martínez de nacionalidad mexicana.
Jonathan Martínez de 8 años de edad, es recordado como un «niño feliz», era hijo único y había sido diagnosticado con el Síndrome de Williams, había sido sometido a un par de cirugías del corazón por su enfermedad, un trastorno genético que precisamente causa problemas cardiovasculares. Pero su muerte no ocurrió en una sala de operaciones, sino en un salón de su escuela primaria en San Bernardino, California.
El pequeño estaba en la mañana del lunes junto a su profesora, Karen Smith, cuando el esposo de ella, Cedric Anderson, ingresó al aula y sacó un revólver. Según la Policía, los diez balazos que disparó el atacante iban dirigidos a la maestra, pero también alcanzaron a Jonathan y otro compañero que sobrevivió.
El tiroteo ocurrió en un salón para niños con necesidades especiales en la primaria North Park. La clase tenía a estudiantes de los grados primero al cuarto. Durante el incidente, en el salón había 15 niños, una maestra y dos asistentes adultos.
«Era el único hijo de su familia”, dijo Dale Marsden, superintendente del Distrito Escolar de la ciudad de San Bernardino. «Jonathan era un niño feliz con el Síndrome de Williams», agregó el funcionario.
Fotografías que su familia ha compartido a la prensa y que ha publicado en una página de recolección de fondos en GoFundMe reflejan que desde pequeño le inculcaron el orgullo hacia su cultura hispana. En distintas imágenes Jonathan aparece vestido de charro, montando caballos y disfrazado de ‘El chavo del ocho’, el popular personaje cómico de la televisión mexicana.