**Hubo más votos anticipados y menos indecisión en los estados americanos**
Redacción / Ciudad de México.
Este 3 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos, además, sus candidatos, Donald Trump y Joe Biden, son los primeros que se enfrentan después de la aparición de la crisis del coronavirus Covid-19 en el escenario geopolítico.
Frente al escrutinio y suma de votos a los que estamos acostumbrados, en los Estados Unidos ejercitan un sistema complejo y realmente indirecto para escoger a su máximo mandatario. Los padres fundadores establecieron unos escalones en la elección por si hiciese falta corregir el voto popular.
Los estadounidenses votaron el martes, después del primer lunes de noviembre de cada cuatro años, a unos representantes que se eligen por cada uno de los Estados de la Unión mediante escrutinio mayoritario, es decir, que todos los votos electorales de cada Estado los gana un partido, no hay reparto proporcional.
En diciembre, se reúne el Colegio de Compromisarios para elegir al presidente; acto después del cual, se proclama al ganador que toma posesión en enero del año siguiente. Esta operación en dos pasos suele pasar desapercibida, porque el mismo día de las elecciones, y con los votos por Estados conseguidos, si los números son claros –hay que obtener 270–, se puede conocer el nombre del próximo presidente. Pero no es una situación inamovible, y, de hecho, hay pasos posteriores que se han puesto en marcha en algunas ocasiones.
Hubo más votos anticipados y menos indecisión en los estados
Existen unos Estados llamados “bisagra”, que pueden inclinarse a un lado o hacia otro al final de la votación, y por esa “indecisión” inicial frente a los Estados que tradicionalmente acuñan un voto republicano o un voto demócrata, siempre son observados con lupa, ya que de ellos depende alcanzar o no la cuota de los 270 votos electorales. Estos estados son Carolina del Norte, Arizona, Georgia, Iowa, Pennsylvania, Wisconsin, Michigan y, los ya celebres por esta cuestión, Ohio y Florida.
Este noviembre presenta además unas peculiaridades que hay que reseñar en el afán de analizar mejor los resultados. Por ejemplo, el presidente que se presenta a la reelección, Donald Trump, no parte como favorito en los sondeos, lo que no es usual.
Tampoco lo es que los ciudadanos hayan optado de forma masiva por ejercer el voto anticipado –está registrado que más de 90 millones de personas ya han emitido su voto– o que exista una franja de indecisos muy pequeña, en torno al 3 %.
¿La pandemia realmente afectó a las elecciones?
La pandemia ha hecho que los electores estadounidenses opten de forma masiva por la modalidad del “early voting”, el voto temprano. Para ello, los estados mantienen abiertos colegios electorales que funcionan a pleno rendimiento desde principios de octubre. Más de 50 millones de estadounidenses ya han depositado su voto empleando esta opción.
Las colas y las largas esperas, a veces horas, con mascarillas y distancia de seguridad, están siendo habituales en los distintos lugares dónde se acude a votar.
Aunque los referendos se están desarrollando generalmente en un ambiente festivo, un trabajador del centro electoral en el condado de Shelby, Tennessee, fue despedido por obligar a volver a sus casas a votantes que llevaban camisetas con la inscripción de “Black Lives Matter”.
Si bien la ley electoral no permite hacer campaña por un candidato dentro de los recintos, sí autoriza los mensajes con contenido social.
¿Cómo votaron las personas con coronavirus?
Las personas con síntomas de Covid-19, patologías previas o edad avanzada que no debieran pasar tiempo en lugares cerrados y mal ventilados, como los colegios electorales, podrán votar sin bajarse del coche. Se trata de la modalidad del “Curbside Voting” que permite que un trabajador del centro electoral facilite las papeletas a través de la ventanilla del vehículo, las recoja y deposite en la urna.
Alabama, sin embargo, ha prohibido esta opción de voto. Otros estados están habilitando centros de votación y urnas al aire libre para disminuir el riesgo de contagio y proteger a las personas.
La avalancha de votos por correo ha hecho temer que el Servicio Postal de EU se viera superado en su capacidad para hacer llegar los votos a tiempo. Como refuerzo se están colocando “drop box”, buzones sellados para votos, en todos los estados a razón de drop-box por cada 15 mil a 20 mil habitantes.
Estas cajas de seguridad están colocadas cerca de edificios oficiales, incluso bibliotecas, y monitorizadas permanentemente por cámaras o trabajadores electorales. Los sufragios depositados en las mismas son llevados a los centros de votación correspondientes.
Los primeros datos provenientes de los swings states, los estados péndulos que decidirán las elecciones, muestran una clara ventaja del candidato demócrata, Joe Biden, sobre el republicano Donald Trump. Sin embargo, los analistas advierten que estos datos son de carácter anecdótico, y no sirven para hacer una predicción sobre el resultado de las elecciones.