Una mujer de 69 años fue condenada este miércoles a dos años de prisión en Siberia. ¿La razón? Ser testigo de Jehová. Se trata de la primera condena firme a una fiel desde que comenzó la represión de este culto religioso en Rusia.
«Una mujer, que además es de avanzada edad, fue condenada por primera vez a prisión. Es una sentencia de una crueldad sin precedentes», señalaron los testigos de Jehová a través de un comunicado publicado en su sitio web.
El tribunal de Abakán, capital de la república rusa de Jakasia, declaró a Valentina Baranovskaya culpable de «participación en una organización prohibida». Su hijo, Román Baranovsky, fue condenado a seis años de prisión por «organizar las actividades» del grupo religioso.
Según la organización, se han dictado 71 condenas y nueve testigos de Jehová cumplen actualmente penas de prisión en Rusia. Los testigos de Jehová fueron prohibidos en 2017 y su movimiento es considerado por la Corte Suprema de Rusia como extremista, ilegal y peligroso para el público.