Estados Unidos se ha visto azotada por una gran tormenta invernal, con fuertes nevadas y vientos impetuosos, lo que obligó a cancelar miles de vuelos y activó alertas meteorológicas en 10 estados del país.
Más de 4,500 vuelos fueron cancelados en todo Estados Unidos, aunque los aeropuertos en el centro norte no informaron de personas varadas a gran escala. Los aeropuertos de Nueva York, Boston y Filadelfia fueron los más afectados.
Un portavoz de American Airlines señaló que «se espera que la tormenta tenga un impacto significativo en nuestra operación del noreste, especialmente en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston».
La tormenta, denominada nor’easter, afectará 75 millones de personas desde el sureste hasta Nueva Inglaterra en donde se enfrentarán nevadas peligrosamente fuertes y vientos que se acercan a la intensidad de un huracán con el potencial de dejar sin energía, inundar las áreas costeras y perjudicar gravemente los viajes, muestran los pronósticos.
En Boston, Dominic Torre estuvo recogiendo nieve en su camión desde que la tormenta dio inicio durante la noche. Torre trasladó grandes volúmenes de nieve retirada de las calles hasta estacionamientos sin uso a los que se conoce como “granjas de nieve”.