Juan Rubio / Chietla, Pue.
El Ingenio de Atencingo, bajo la dirección del Gerente General José de Jesús Rodríguez Carrillo y el Superintendente de Campo Adelino Rodríguez Vélez, está redoblando esfuerzos para enfrentar las principales plagas que afectan a los cultivos de caña en la región. El “Picudo” y el “Gusano Barrenador” son las amenazas primarias que requieren atención urgente.
Combate al “Picudo”: estrategias y desafíos
José Armando López González, Jefe de Cosecha del Ingenio de Atencingo, explicó en una reciente entrevista la amenaza significativa que representa este animalito para la producción de caña de azúcar. Este insecto, un coleóptero de la familia de los gorgojos, afecta principalmente durante sus fases larval y adulta.
La larva daña el canuto basal y la parte subterránea de los tallos, comprometiendo el desarrollo de la planta por aproximadamente 95 días, y facilita la entrada de nematodos y ácaros, que pueden causar enfermedades adicionales.
Para contrarrestar esta plaga, el ingenio ha implementado un sistema de trampeo autorizado por el Comité de Producción y Calidad Cañera. Este método utiliza trampas preparadas con agua, melaza, insecticida fipronil y caña, y se colocan aproximadamente 250 trampas por cultivo.
Este enfoque ha demostrado ser eficaz durante los últimos seis años, aunque las recientes lluvias han intensificado la proliferación del “Picudo”, con hasta 120 insectos presentes por trampa en algunas áreas.
Lucha contra el “Gusano Barrenador”: métodos innovadores
En otra entrevista, el ingeniero José de Jesús López, representante del Ingenio de Atencingo, detalló las estrategias para combatir al “Gusano Barrenador”, una plaga que perfora los tallos de caña de azúcar y puede causar pérdidas económicas significativas, de entre 28 mil y 30 mil pesos por hectárea. El control de esta plaga se realiza mediante un enfoque multifacético:
1.- Método Metodológico: Utilización de trampas con feromonas, para capturar a los adultos machos del gusano, colocadas al inicio de la siembra y revisadas cada 5 a 8 días.
2.- Método Biológico: Liberación de enemigos naturales del gusano, en colaboración con el comité de producción cañera.
3.- Método Químico: Aplicación de Coragen, un producto químico que se emplea en dos fases: durante la formación de los canutos, y nuevamente entre 50 y 60 días después.
El ingeniero José de Jesús López también subrayó cómo el cambio climático, incluyendo la falta de lluvias y el aumento de temperaturas, ha exacerbado el problema del “Gusano Barrenador”. A pesar de estos desafíos, la reciente lluvia ha comenzado a aliviar la situación.
El Ingenio de Atencingo continúa comprometido con la protección de los sembradíos de la vara dulce, esenciales para la economía local y la estabilidad en la Mixteca poblana. Los productores interesados en obtener más información o asistencia, pueden contactar a José Armando López González, Jefe de Cosecha del ingenio, al número de teléfono: 243 126 69 25.
Con estas acciones, el Ingenio de Atencingo busca asegurar la producción de caña de azúcar, y mitigar el impacto económico de las plagas en la demarcación.