Nicolás Dávila Peralta / Punto de Vista
Como siempre, la ultraderecha mexicana no muestra sus cartas, pero actúa. En estas primeras décadas del siglo XXI, los nexos que en el siglo pasado lograron, a través del Yunque y los Tecos, con organizaciones afines de América y Europa son hoy el cimiento de la estrategia de los herederos de las organizaciones secretas católicas del siglo pasado en contra del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Tras la derrota de 2018 y ante el vacío de la oposición partidista, se fortalecieron los grupos de la extrema derecha, cuyos miembros se ubican ahora en las cúpulas empresariales y en organizaciones identificadas como “ciudadanas”.
Sin embargo, más allá de las apariencias que muestran una alianza entre la derecha empresarial y los tres partidos antes importantes: PRI, PAN y PRD, hay una estrategia internacional manejada por militantes del Yunque desde España.
La historia es esta
Desde 1962, el Yunque se instaló en España, entonces gobernada por el dictador Francisco Franco. Como es su forma de actuar, penetró de manera subrepticia en algunas organizaciones derechistas españolas para reclutar adeptos.
Después de la implantación de la monarquía en España, y sobre todo en la última década del siglo pasado, el Yunque creó algunas organizaciones de extrema derecha con los “suspirantes” de la época franquista. Una de las más importantes fue “Yo Influyo” que se convirtió en una organización importante para defender los postulados yunquistas: no al progresismo dentro de la Iglesia Católica, no al aborto, no a las uniones homosexuales, no a los gobiernos que no fueran de derecha.
De ahí nació el partido VOX que representa a la extrema derecha en la política española y ahora, es el instrumento utilizado por el Yunque para penetrar en la política de México y de Sudamérica.
Para esta estrategia ha creado la “Carta de Madrid”, una declaración en donde alerta al mundo porque “una parte de la región (se refiere a los países de América de habla española) está secuestrada por regímenes totalitarios de inspiración comunista, apoyados por el narcotráfico y terceros países”. Entre éstos, VOX incluye a México.
Hay que recordar que el líder de VOX estuvo en México a principios de septiembre y varios senadores del PAN y dos “despistados” del PRI firmaron dicha carta.
Es más, la senadora panista Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, vicepresidenta de la mesa directiva del Senado, ha enviado a España, para ser adoctrinada por VOX a Alicia Galván López, una de sus asesoras. Esta panista fue la primera en firmar la “Carta de Madrid”.
Esto puede parecer una estrategia fallida del Yunque a través del partido español; sin embargo, VOX ha extendido sus lazos a más de 30 países del mundo, con la intención de crear un movimiento mundial de extrema derecha, con el propósito de enfrentar, como dice su documento, a los gobiernos “de inspiración comunista”.
Por esto, además de su trabajo en México, el líder de VOX ha unido a su movimiento a personajes integristas, tanto católicos como protestantes, y a políticos neoconservadores de América Latina. Entre los personajes que ha contactado se encuentran el hijo del presidente de Brasil Eduardo Bolsonaro, Keiko Fujimori, hija del ex presidente de Perú y el líder del Partido Republicano de Chile, simpatizante de la dictadura de Pinochet.
En este contexto habrá que entender las manifestaciones en automóviles que en el año 2020 realizaron en la Ciudad de México y otras capitales de los estados, entre ellos Puebla, en contra de López Obrador a quien tacharon de comunista.
Y en este mismo contexto se ubica la creación de la organización “Sí por México”, encabezada por dos empresarios: Gustavo de Hoyos Walter y Claudio X. González Guajardo, misma organización que formó la coalición PAN-PRI-PRD que contendió en las elecciones pasadas con el nombre de “Va por México”, y que ha anunciado su intención de presentar con estos partidos un candidato único para la Presidencia de la República en 2024 “para sacar a Morena del Palacio Nacional”.
Desde luego que será difícil que esta alianza manejada por el Yunque a través de sus empresarios y militantes panistas pueda triunfar en 2024, pero habrá que estar atentos a lo que realice en estos tres años que restan para las elecciones, porque buscarán cualquier error del gobierno y de su partido, Morena, para integrarla en el diseño de su estrategia para 2024.
De lograr el poder en México, la situación del país sería peor con los neoliberales priístas y panistas; la extrema derecha es, por naturaleza, dictatorial, retrógrada y oscurantista, a lo que hay que añadir su prioridad por la acumulación de capital.