Redacción / Puebla, Pue.
Miles de personas se reunieron en el zócalo de la capital poblana para marchar por las calles del centro, mostrando su rechazo al Plan B de la reforma electoral propuesta por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Fue alrededor de las 10:30 de la mañana que empezaron a congregarse en el centro de la ciudad, todos con vestidura color rosa y blanco, llevando la consigna de “mi voto no se toca”, además de leyendas donde pedía no atentar contra el funcionamiento del instituto.
El movimiento fue organizado por más de 120 movilizaciones en todo el país, teniendo el objetivo de hacer un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para que declara como inconstitucional las modificaciones en materia electoral que ya han sido aprobadas por el Senado de la Republica.
En el caso de Puebla, Moroni Pineda, presidente de la organización Unid@s, hizo un llamado a los asistentes a sumarse a la colecta de firmar para tener un recurso legal y poder entregarlo a la SCJN; expuso que a nivel nacional ya se han juntado 80 mil firmas de apoyo a su causa, además agregó que continuaran realizando la colecta en todo el país.
Pese a que los organizadores representantes de asociaciones civiles como el Frente Cívico Nacional, Sí por México, Unid@s y Poder Ciudadano MX aseguraron que esta concentración era apartidista y ciudadana, fue posible apreciar la presencia de panistas, priistas y perredistas, quienes anunciaron su adhesión el pasado martes.
Se pudieron observar a los dirigentes de Acción Nacional (PAN), Augusta Valentina Díaz de Rivera Hernández; el Revolucionario Institucional (PRI) Néstor Camarillo Medina; y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y Carlos Martínez Amador.
En su exposición, señalaron que entre las afectaciones que tienen los ajustes del Plan B se encuentra la de una posible elección a modo para el 2024, ya que les permite a los funcionarios promocionarse con recursos públicos y se vulnera la legitimidad de los votos que se emitan, por la inestabilidad del voto electrónico.
Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que hubo entre 80 mil y 100 mil personas, mientras que las marchas en otras urbes son «todavía muy pequeñas para lo que representa el potencial conservador en México», donde él estima que el bloque conservador tiene 25 millones de simpatizantes.
Afirmó que a quienes lideran las manifestaciones «no les importa la democracia, sino lo que quieren es que continúe el predominio de una oligarquía, es decir, un gobierno de los ricos, de los potentados.