Juan Manuel Vega/ Puebla, Pue.
Hace 10 años, el entonces gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle, inauguró la Estrella de Puebla, una gigantesca noria ubicada en la zona de Angelópolis que prometía ser el mayor atractivo turístico de la región. Con una inversión de 400 millones de pesos, la rueda modelo R80XL, de la marca alemana Maurer German Wheels GmbH, ostentaba un diámetro de 69,8 metros y una altura de 80 metros, lo que la convierte en una de las ruedas más grandes e imponentes del mundo.
Para la inauguración se programó un espectáculo nocturno que incluía fuegos artificiales, música y una exhibición de imágenes de los lugares turísticos más representativos de la región. Todo un espectáculo que deslumbró al alrededor de 300 invitados, así como a los cientos de curiosos que se acercaron para presenciar la inauguración.
A partir de entonces, los poblanos y visitantes de la región se daban cita en la Estrella de Puebla para disfrutar de la vista panorámica de toda la zona, incluyendo los volcanes Popocatépetl, el Iztaccíhuatl y la Malinche. Sin embargo, la marcha de la rueda se detuvo siete años después, en marzo de 2020, debido a la pandemia por Covid-19, lo que les dio la oportunidad a las autoridades de revisar el estado de la estructura.
Para sorpresa de muchos, se descubrió que la base de la estructura estaba fracturada y presentaba un riesgo para la seguridad de los visitantes, y, además, se encontraron piezas originales que habían sido reemplazadas por otras de menor calidad que, posteriormente, fueron robadas. Ante esta situación, el gobernador Miguel Barbosa Huerta ordenó la suspensión de los servicios y anunció que la rueda sería trasladada a la zona del Paseo de San Francisco, en el Centro Histórico. Sin embargo, esto no fue posible debido a la negativa del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Actualmente, el gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina ha propuesto la concesión de la Estrella de Puebla por un periodo de 12 años a empresarios locales, quienes se harían cargo de las reparaciones necesarias, así como del funcionamiento óptimo de la noria. Además, se establecería un porcentaje del boletaje para el gobierno estatal, se otorgaría el acceso de mil boletos al año para uso en programas sociales, y se desarrollarían nuevos espacios para restaurantes y zonas comerciales, además de la colocación de pantallas para la promoción de planes y acciones gubernamentales.
A pesar de los problemas que ha presentado la rueda en los últimos años, la Estrella de Puebla sigue siendo un atractivo turístico para los poblanos y visitantes que desean disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. Además, cuenta con una página no oficial en las redes sociales, donde los usuarios comparten fotos y videos de su visita a la noria, convirtiéndose en un lugar obligado para las quinceañeras y graduados que buscan una foto del recuerdo. La pregunta sigue siendo ¿volverá a girar la Estrella de Puebla? Solo el tiempo y las inversiones necesarias lo dirán.