Por: Nicolás Dávila Peralta
Tras la muerte del gobernador Miguel Barbosa Huerta, el 13 de diciembre, el Congreso del Estado, en una sesión maratónica ha designado como gobernador sustituto a Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien se desempeñaba como diputado local por el distrito de Tepeaca, líder de la bancada de Morena y presidente de la Junta de coordinación Política.
Para muchos resulta singular que en un sexenio Puebla haya contado con cuatro titulares del Poder Ejecutivo; sin embargo, no es la única ocasión en la historia política del estado que esto sucede, aunque es la primera vez que se da por motivos no políticos.
En 2018, tras la reforma electoral que determinó empatar las elecciones federales con las estatales, José Antonio Gali Fayad, quien gobernó el estado por un año 10 meses, entregó el poder a Marta Erika Alonso; sin embargo, a 10 días de iniciado su mandato, falleció víctima de un accidente aéreo. Quedó como encargado de despacho Jesús Rodríguez Almeida del 24 de diciembre de 2018 al 21 de enero de 2019.
El Congreso del Estado designó como gobernador interino al político priísta Guillermo Pacheco Pulido, en tanto se realizaban nuevas elecciones.
En esta nueva contienda electoral fue elegido Miguel Ángel Barbosa Huerta, quien debería concluir el sexenio de gobierno. Su muerte sorpresiva despertó muchas especulaciones y tanto en Morena como en la oposición -sobre todo panista- empezaron a hacerse conjeturas. Mientras tanto, como encargada de despacho quedó Ana Lucía Hill Mayoral, cuyo historial político la vincula con el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Todas estas circunstancias, sin duda, motivaron que el Congreso del Estado apresurara el nombramiento de un gobernador sustituto que concluyera el sexenio 2018-2024, deteniendo así las especulaciones de propios (los de Morena) y extraños (la oposición).
Tiempos de inestabilidad
Este sexenio de cuatro gobernadores nos hace recordar la historia de Puebla a mediados del siglo XX. Si bien en la época revolucionaria el estado una inestabilidad política fruto de la lucha armada, propició que Puebla contara con gobiernos que duraban de uno a tres años, la sucesión gubernamental pareció estabilizarse con Maximino Ávila Camacho, quien gobernó los cuatro años que entonces duraba una administración. Con Carlos Ignacio Betancourt (1945-1951), se inició el periodo sexenal; a éste lo sucedió Rafael Ávila Camacho.
Sin embargo, su sucesor, Fausto M. Ortega dejó el poder a los 3 años y quedó al frente del gobierno Arturo Fernández Aguirre, como gobernador sustituto.
En 1963 fue electo gobernador el general Antonio Nava Castillo quien enfrentó un conflicto social en el que participó activamente la comunidad de la Universidad Autónoma de Puebla y se vio obligado a renunciar. En su lugar quedó Aarón Merino Fernández quien concluyó el sexenio. Fue el primer cambio de gobernador por cuestiones políticas.
Luego vendría un sexenio que contó con cuatro gobernantes, como hoy; sin embargo, esos cambios en el Poder Ejecutivo, fueron fruto de una sangrienta confrontación entre dos corrientes políticas al interior de la Universidad y en la misma sociedad de la Puebla de los Ángeles.
En 1969, fue electo gobernador el médico y general Rafael Moreno Valle, tío de Moreno Valle Rosas. Sin embargo, en 1972, justo cuando se empezaba a agudizar el conflicto entre una Puebla liberal y otra Puebla de derecha, renunció presuntamente por motivos de salud, aunque detrás de sus males estaba el presidente Luis Echeverría.
En su lugar quedó Mario Mellado García, presidente del Tribunal Superior de Justicia; el grupo derechista logró que se designara como gobernador a Gonzalo Bautista O’Farrill, hijo de Gonzalo Bautista Castillo, quien fue gobernador en la década de los años 40.
Bautista O’Farrill había formado parte del Consejo de Honor de la Universidad Autónoma de Puebla, un organismo que durante el dominio de la Organización Nacional del Yunque era la máxima autoridad de la institución. Era, pues, un hombre de derecha y en el conflicto político que se vivía en esos años, no dudó en apoyar a la derecha poblana.
El 18 de octubre de 1972, la derecha organizó una manifestación de apoyo al gobernador y en contra de la Universidad. En el mitin tomó la palabra Gonzalo Bautista para manifestar su apoyo a la derecha y ordenar al procurador del estado solicitara órdenes de aprensión en contra de varios profesores universitarios a los que acusó de comunistas.
En su gobierno fueron asesinados dos líderes universitarios: Joel Arriaga y Enrique Cabrera. Su gobierno represor llegó a su clímax con los acontecimientos sangrientos del 1° de mayo de 1973, que costaron la vida de un profesor y varios alumnos de la Universidad, lo que provocó su renuncia y en su lugar fue designado el senador Guillermo Morales Blumenkron.
A partir de entonces, todos los gobernadores poblanos terminaron sus periodos de gobierno.
Así pues, la realidad de sexenios en los que los gobernadores no concluyen sus periodos de gobierno, no se había dado desde 1973; sin embargo, hoy las causas no fueron motivos políticos, sino la muerte de los gobernadores Marta Erika Alonso y Miguel Barbosa.