Redacción / Puebla.
En Tehuacán, Puebla, los productores de flor de Muerto están celebrando una buena cosecha este año gracias al aprovechamiento de las aguas residuales que provienen de la ciudad. La sequía que afectó la producción en la región Mixteca poblana motivó a los agricultores a buscar alternativas para asegurar sus cultivos.
Debido a la falta de lluvia, los agricultores de Tehuacán se enfrentaron al dilema de elegir si regar sus cultivos o las plantas ornamentales. La situación fue complicada en el pasado debido a que San Diego Chalma y San Pablo Tepetzingo son lugares en los que se descargan los desechos sanitarios de la ciudad. Sin embargo, este año resultó ser beneficioso para los productores, ya que pudieron desviar las aguas residuales hacia sus terrenos y distribuirlas durante varias horas.
Más de 120 campesinos se beneficiaron al utilizar estas aguas residuales contaminadas como única opción disponible para salvar sus cosechas. Sin embargo, los agricultores expresaron su necesidad urgente de encontrar alternativas más limpias para el riego, debido al uso actual y continuo del agua residual contaminada. Sugirieron perforar pozos o construir una planta tratadora de agua para poder utilizar este recurso adecuadamente y evitar problemas futuros.
El incremento en la siembra de flores de Muerto en San Diego Chalma es notable en comparación con el año pasado. A pesar de las dificultades causadas por la pandemia, se espera un aumento significativo en las cosechas este año. Los representantes locales reconocieron que, debido a la sequía y escasez de agua para riego, utilizan estas aguas residuales contaminadas de manera cuidadosa para beneficio del campo. Sin embargo, también admitieron que aún existen áreas donde se riegan hortalizas ilegalmente.
Los terrenos agrícolas en esta región presentan tierra negra o pintada de azul debido a los químicos liberados por las maquiladoras cercanas. Además, el olor desagradable es frecuente en áreas bajas como San Diego, San Pablo y Santa Cruz, debido al vertido de aguas residuales provenientes de la ciudad.
Por otro lado, los productores de cempasúchil en la región Mixteca también han experimentado una baja producción este año debido a la falta de lluvia durante el crecimiento de las flores. Muchos agricultores decidieron no arriesgarse a sembrarlas. La producción regional ha disminuido un 30% en comparación con hace dos años. La flor cempasúchil es muy importante para muchas familias en esta zona, ya que se utiliza como ofrenda durante las celebraciones del Día de los Muertos.
En la Mixteca, generalmente se siembran más de 35 hectáreas de flores amarillas, desde Tehuitzingo hasta Chila de las Flores. Estas flores son demandadas tanto por productores locales como por compradores en plazas comerciales como Acatlán y Huajuapan. Aunque se espera buenas ventas, el precio sigue siendo similar al del año pasado, oscilando entre 100 y 200 pesos dependiendo de la calidad y tamaño.
La siembra de flor cempasúchil en la región Mixteca representa una importante reactivación económica para los municipios afectados por la sequía. A pesar de los desafíos, los productores continúan buscando soluciones sostenibles y alternativas más limpias para el riego, con el objetivo de asegurar las cosechas y mantener la tradición cultural y económica de la región.