Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
La administración de Antonio Gali Fayad empieza con el pie derecho en el cumplimiento del orden, esto nos hace recordar que el sexenio anterior los delincuentes se aprovecharon para sembrar la semilla de lo que hoy es la delincuencia organizada en Puebla, afirmó Francisco Romero Serrano, presidente del Consejo de Organismos Empresariales (COE).
Comentó que todo lo que tenga que ver con el restablecimiento de la ley y el orden lo ven positivo, aprobado y respaldado por los grupos a los que interesa la paz en el estado de Puebla.
No tenemos ningún inconveniente que el Ejército Mexicano intervenga, comentó, y agregó que “hace algunos meses advertíamos de algunos hechos respecto a la entrada de delincuentes organizados en la Sierra Norte de Puebla, en colindancia con el estado de Veracruz, pero nadie hizo caso, ahora ya llegaron a la ciudad y vamos a tener que aplicarnos los ciudadanos denunciando los actos tanto de corrupción como de delincuencia organizada, así como también las corporaciones policiacas deben echen la carne al asador para poder combatir a los delincuentes”.
Opinó que la propuesta de elevar las penas a quienes se dedican a la venta de combustible robado se ven bien, y también se debe ver el cambio legislativo para evaluar que no se lesionen intereses de terceros y que resulten afectados.
Todas estas cosas, dijo, tienen una madurez, un tiempo de análisis, se llevarán con los abogados para su estudio y para considerar si va por buen camino la Reforma Legislativa.
Respecto al tema de los niños que son usados por los ladrones de combustible, afirmó que mientras siga el problema difícilmente se podrán tomar medidas para su protección, esto debido a que internarse en la zona sería peligroso y más en estos momentos donde el llamado “Triángulo Rojo” es una zona de cuidado.
Expresó que en el gobierno anterior hubo opacidad e incapacidad, “el ex gobernador tuvo miedo de generar otro Chalchihuapan y pensó que eso le iba quitar puntos para su carrera presidencial, demostrando que le faltó mano dura para combatir la delincuencia, donde sí la hubo para derechos humanos, para los que se opusieron a determinadas acciones, pero no para combatir a los delincuentes del triángulo rojo.