Con la finalidad de aprovechar el viento para hacer funcionar maquinaria agrícola sin combustibles fósiles, académicos de las facultades de Ingeniería y Ciencias de la Electrónica de la BUAP, desarrollaron una torre eólica con un sistema de engranes con una capacidad de 1.75 caballos de potencia (H.P.), una cantidad de energía aceptable, ya que este tipo de máquinas trabaja con 2 H.P.
Filiberto Cadia García, académico de la Facultad de Ingeniería y responsable del proyecto, indicó que el objetivo de la investigación es apoyar a los pequeños productores, principalmente del valle de Tecamachalco, para incrementar la rentabilidad de su producción hasta en un 40 por ciento, al no depender de equipamientos de alto costo.
Generalmente, los molinos, desgranadoras, trilladoras, empacadoras o picadoras dependen de motores de combustión interna, que son accionados por tractores o motores de menor caballaje. De esta manera se pretende sustituir los automotores de combustión interna por energía eólica.
La tecnificación del campo por medio de una fuente alternativa es un reto actual de gran relevancia, por la necesidad de cerrar la brecha que vincula la productividad de los pequeños agricultores con la rentabilidad de las cosechas.
Por ello, los investigadores proponen el uso de turbinas eólicas como un elemento motriz para proporcionar en el sitio la energía mecánica suficiente para accionar maquinaria agrícola estacionaria.
Para este fin, diseñaron una torre eólica con una turbina que produce un movimiento giratorio horizontal, el cual es convertido a giratorio vertical mediante una transmisión de engranes, que realizan cambios de bajas a altas velocidades.
Al estar pensada para los pequeños productores, los desplazamientos no van más allá de 50 a 100 metros para trabajar en sitio, ya que es fija, pero puede desplazarse de acuerdo con los periodos de producción y cosecha. El único cambio sería el horario de las actividades, de acuerdo con las condiciones climáticas.