Redacción / Puebla, Pue.
Tras casi 5 años de intensa búsqueda junto con decenas de familiares de desaparecidos, María Luisa Núñez Barojas, líder y fundadora del colectivo “La Voz de los Desaparecidos”, encontró a su hijo Juan de Dios Núñez Barojas, pero sin vida.
La búsqueda inició el pasado 8 de abril de 2017, en la zona denominada “triángulo rojo”, en Puebla; Juan de Dios iba a acompañado por los hermanos Abraham y Vicente Basurto Linares, ellos circulaban sobre la carretera a Tehuitzo, en el municipio de Palmar de Bravo, ese fue el último lugar en el que supieron algo de los jóvenes.
El viernes 18 de febrero, casi 5 años después y ya como líder del colectivo, Núñez Barojas confirmó el hallazgo de su hijo; lamentablemente lo encontró muerto.
A partir de la desaparición de su hijo y durante todos estos años, María Luisa lideró una lucha incansable, encabezando marchas y plantones, reclamando a nombre de los desparecidos, principalmente de su hijo. Muchas veces ante los medios de comunicación siempre informaba sobre las personas que eran encontradas con vida, sin vida y en fosas clandestinas, pero al dar la notificación de su hijo, se quebró, pues estaba dando el anuncio más triste de su vida.
La fundadora del colectivo expuso que en la última comunicación que tuvo con su hijo, éste le dijo que se encontraba a 15 minutos de su casa, que habían sido detenidos por un retén, pero después ya no pudieron comunicarse nuevamente con ellos.
Tras fundar el colectivo para continuar con la búsqueda, la activista declaró para El Universal que Juan de Dios y sus amigos fueron detenidos por 20 personas, y a través de mensajes anónimos que llegaron a la agrupación y con sus propias investigaciones, descubrieron una fosa donde estaba los restos de los jóvenes; fue ahí donde pidió la intervención de las autoridades.
“Fue un acto de cobardía, un acto de vileza y culpa de la inseguridad de este estado que reprime y que sigue revictimizando a las víctimas”, relató.
En entrevista para El Universal, la activista reveló que la sensación es agridulce, pues pasó mucho tiempo buscándolo y ahora puede decir que encontró a su hijo, porque fue ella misma quien encontró los restos.
Señaló que por parte de las autoridades no hubo respuesta para realizar las investigaciones sobre la desaparición, denunciando que no hubo una búsqueda; pero ahora que ya lo encontró siente tranquilidad y satisfacción porque su lucha no fue en vano, a pesar de todo.
“Por parte de las autoridades jamás hubo una investigación y jamás hubo una búsqueda, lo encuentro víctima de la inseguridad, víctima del delito”, expresó.
Tras darle una sepultura digna a su hijo, ahora María Luisa tiene como meta ubicar a los 2 mil 500 desaparecidos que ellos tienen registrados en Puebla, darle voz a las familias de todos aquellos que siguen sin regresar a sus hogares.