Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
*Lo anterior lo aseguró un estudio de investigadores de la BUAP
*Es un grano que se cultiva mayormente en el valle de Atlixco, donde junto con el cacahuate, el sorgo y maíz, mueven la economía de los habitantes del lugar
*Con el espectrómetro de fluorescencia de rayos X de longitud de onda dispersiva, científicos demostraron las bondades de esta semilla
El maíz es a los mexicanos lo que el amaranto a los astronautas. Desde 1985, la NASA utiliza esta semilla para alimentar a sus astronautas debido a su alto contenido nutritivo. Con la ayuda del espectrómetro de fluorescencia de rayos X de longitud de onda dispersiva, científicos del Instituto de Ciencias de la BUAP (ICUAP) demostraron que esta semilla contiene más elementos químicos benéficos para las personas, que algunos multivitamínicos comerciales. Además, a un menor costo y de forma natural.
Con el espectrómetro de fluorescencia de rayos X de longitud de onda dispersiva, el investigador del ICUAP, Javier Martínez Juárez, realizó un estudio comparativo del amaranto y un multivitamínico de supermercado, el cual, según su etiqueta, mejora la memoria y la concentración, reduce el estrés, nutre los nervios y el cerebro, y tiene un costo considerablemente mayor que el de las barras de esta semilla.
El también académico del Centro de Investigaciones en Dispositivos Semiconductores (CIDS), señaló que con este equipo -el cuarto de su tipo en una institución pública y el más actualizado y de mayor rango para la detección de elementos químicos en México- es posible ayudar a la sociedad a descubrir los componentes de diversos materiales, para desmitificar creencias o hábitos erróneos, así como orientar a los consumidores en la adquisición de productos que no representen riesgos a la salud, por la presencia de algún elemento químico, como el arsénico, que se ha encontrado en diversos alimentos.
En el fármaco se encontró metileno (98 por ciento), fósforo (0.98 por ciento), sodio (0.9 por ciento), aluminio (0.22 por ciento), azufre (0.18 por ciento), así como cantidades medidas en partes por millón de potasio, magnesio, cloro, calcio y hierro. En el amaranto, por otro lado, además de haber cantidades equivalentes de estos elementos, se halló zinc, titanio, magnesio, rubidio y estroncio.
“Nos dimos cuenta que el amaranto tiene más elementos químicos, por lo que puede ser un multivitamínico más barato y natural”, señaló.
Estos resultados dan cuenta de la capacidad científica de la BUAP y su equipamiento, en beneficio de la sociedad. De esta forma, validan lo que se ha dicho sobre el amaranto en ámbitos como la ciencia, que lo describe como “el mejor alimento de origen vegetal para consumo humano”.
Análisis exhaustivos para conocer los ingredientes de las cosas
Médicos de un hospital de la ciudad de Puebla atendieron a varios pacientes con malestares similares. Coincidieron que el origen de sus problemas de salud era el consumo de “productos milagro”. Preocupados, decidieron solicitar ayuda a los científicos del ICUAP, para que analizaran el contenido de estos frascos y se informara a sus compradores sobre el riesgo potencial de algunos de sus componentes.
Javier Martínez Juárez, nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, indicó que es posible ofrecer estos servicios, gracias a que la BUAP adquirió el año pasado el espectrómetro de fluorescencia de rayos X de longitud de onda dispersiva: equipamiento de última generación que muestrea en forma versátil, rápida y sin destruir la muestra, los elementos químicos que la componen. Es decir, desglosa cada uno de los “ingredientes” de cualquier material y en qué cantidades se encuentran.
Además de facilitar trabajos académicos, esta adquisición contribuye a la solución de diversos problemas fuera de las aulas y el laboratorio, como el exhibido por los médicos poblanos, un asunto que también devela la necesidad del trabajo colaborativo e interdisciplinario, pues la interpretación de los datos en ocasiones exige de conocimientos particulares y diversos.
El investigador aseguró que con las capacidades tecnológicas e intelectuales de la BUAP se puede abonar al desarrollo de sectores, como el empresarial.
Tal es el caso de la elaboración de talavera que hoy demanda de procesos analíticos certeros, que den a conocer las cantidades de plomo presentes en las piezas u obras de este material. Instó a los interesados del sector empresarial, académico y social a fortalecer proyectos colaborativos y tejer nuevas conexiones a favor de la generación de conocimiento útil.