Redacción / Puebla
El estado de Puebla está pasando por un momento de estrés hídrico, es decir que la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible o que su uso se ve restringido por su baja calidad, aunado al desperdicio de agua, la contaminación, la evaporación, el cambio climático, y la demanda del vital líquido.
Las altas temperaturas y la falta de lluvias complican el abasto del vital líquido, el cual cada vez es más requerido ante el crecimiento demográfico y las necesidades de la población.
Héctor Durán Díaz, director de la empresa Agua de Puebla, empresa que tiene a cargo la concesión de este servicio, informó que el uso de agua por habitante en la capital del estado oscila entre los 180 a 190 litros al día, razón por la cual la capital del estado se encuentra por arriba de del uso recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que establecen que una persona requiere de 100 litros de agua al día para satisfacer sus necesidades básicas , tanto de consumo como de higiene.
El abasto de agua es importante para el desarrollo social y económico; sin embargo, a medida que crece la población la demanda de este líquido va en aumento, al igual que el mal uso y desperdicio de este, por lo que se recomienda utilizarlo de una manera responsable para evitar un desabasto aun mayor en los próximos años.