En los últimos meses, el estado de Puebla ha experimentado un alarmante aumento en los casos de depresión, intentos de suicidio y autolesiones. Según datos proporcionados por la Secretaría de Salud, hasta la primera semana de abril se registraron 814 casos de depresión, 47 envenenamientos autoinfligidos, 24 intentos de suicidio y 16 personas fueron atendidas por tener ideas de muerte.
El trastorno mental que ha experimentado el mayor aumento es el intento de suicidio, con un incremento del 118.18 por ciento entre los años 2023 y 2024. De igual manera, los envenenamientos autoinfligidos por analgésicos o sedantes aumentaron en un 135 por ciento en el mismo periodo.
María Fernanda Parra, psicóloga especializada en salud mental, identifica diversas causas que podrían estar contribuyendo a este preocupante panorama. Entre ellas se encuentran el aislamiento social, las presiones sociales y económicas, la influencia negativa de las redes sociales y la falta de acudir a un especialista en el tema. Los profesionales de la salud mental, como psicólogos, psiquiatras y terapeutas, están capacitados para realizar evaluaciones exhaustivas y diagnósticos precisos de los trastornos mentales, lo cual es fundamental para recibir el tratamiento adecuado.
Las enfermedades neurológicas y mentales son consideradas problemas de salud pública, según el Boletín Epidemiológico del Sistema Nacional de Vigilancia. En el caso de la depresión, se registraron 814 casos atendidos hasta la semana número 13 epidemiológica, en comparación con los 874 casos atendidos en el mismo periodo del año anterior.
En cuanto a los envenenamientos autoinfligidos intencionalmente, se observó un aumento en los casos relacionados con analgésicos no narcóticos, antipiréticos y antirreumáticos, así como con drogas antiepilépticas, sedantes, hipnóticas, «antiparkinsonianas» y psicotrópicas.
Por otro lado, los casos de lesiones autoinfligidas intencionalmente por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación disminuyeron en comparación con el año anterior.
En cuanto al suicidio, se divide en intento de suicidio e ideación suicida. En el caso del intento de suicidio, 24 personas recibieron atención, lo cual representa un aumento del casi 50 por ciento en comparación con los 11 casos atendidos en el año 2023. Por otro lado, la cifra de pensamientos suicidas disminuyó de 22 a 16.
Ante este panorama preocupante, la psicóloga María Fernanda Parra enfatiza que el aumento de depresión, intentos de suicidio y autolesiones no es un fenómeno aislado, sino una verdadera crisis de salud pública que requiere una respuesta inmediata y coordinada por parte de las autoridades, los profesionales de la salud y la sociedad en general.
Entre las causas que han contribuido a esta situación destacan el aislamiento social, generado en parte por la era digital que, paradójicamente, ha llevado a un aumento en la desconexión interpersonal. Las interacciones virtuales no pueden sustituir el contacto humano genuino, lo que ha resultado en una sensación de soledad.
Las presiones sociales y económicas también tienen un impacto significativo, ya que la sociedad impone expectativas poco realistas de éxito y felicidad, generando altos niveles de estrés y ansiedad. Además, el acceso constante a las redes sociales puede ser una fuente de comparación constante y autoevaluación negativa.
Por último, el estigma que rodea a los trastornos mentales impide que las personas busquen ayuda cuando la necesitan. Es fundamental promover campañas de concientización en escuelas, lugares de trabajo y facilitar el acceso a la atención médica como parte de las soluciones sugeridas.