El acceso a la educación primaria y secundaria disminuyó la violencia entre 1950 y 2005
Promover el acceso de la educación para jóvenes de 15 a 18 años en México podría reducir la tasa de homicidios dolosos en el país en la actualidad, según revela una investigación realizada por las agencias de noticias Reuters y Forbes.
De acuerdo con la indagación que se basa en estadísticas reveladas por el gobierno federal entre los años de 1950 a 2005, después de la Revolución hubo un periodo de reforma interna y de desarrollo, lo que provocó que la sociedad viviera un periodo de paz en el que casi no se registraban homicidios.
Entre 1950 y 2005, fue el periodo de mayor crecimiento y de acceso a la educación en el que la tasa de homicidios bajó hasta en un 90 por ciento en todo el país, por lo que también, en ese periodo de paz, el Producto Interno Bruto (PIB), el cual es la medida macroeconómica que expresa el valor monetario del país, también subió.
De acuerdo con el Banco Mundial, entre 1950 y 2005, México triplicó su PIB de 3 mil 741 dólares a 8 mil 887 dólares per cápita, además, su población creció de 25 millones a 106 millones y el país casi erradicó el analfabetismo al hacer que la educación pública estuviera disponible para todos.
Cabe destacar que, de acuerdo a sociólogos, cuando un país atraviesa un crecimiento masivo de población y urbanización, también crece el crimen violento, y a pesar de los aumentos de población y la considerable inversión adicional en servicios públicos, nunca existió un aumento significativo de la presencia territorial de las fuerzas policiales para hacer cumplir la ley.
Aumento del acceso a la educación para niños y adolescentes
Datos socioeconómicos y la capacidad gubernamental revela que el aumento en los años de escolaridad de los ciudadanos, era en promedio de un año a ocho años y eso parecía ser la causa principal de que comenzara a disminuir la tasa de homicidios.
Inclusive, la creciente urbanización, el crecimiento de la población joven (menores de 29 años que representaba el 68% de la población en 1950 y que llegó al 71% en 1980), así como el alto desempleo en los periodos de crisis económica, no pudieron frenar el descenso en las tasas de homicidios.
El acceso a la educación para niños y adolescentes en México fue catalogado como un gran logro por el Gobierno Federal, pues desde entonces, se exige que todos los municipios del país tengan acceso a la escuela pública.
Por lo anterior, la mayoría de las personas en México ahora asisten a la escuela durante al menos diez años, lo que significa que todos los ciudadanos logran la educación primaria y la mayoría asiste a la escuela secundaria; sin embargo, la mayoría no completa la preparatoria.
México es un ejemplo de cómo el gobierno puede establecer prácticas e instituciones capaces de reducir la violencia a través del desarrollo, pues abrió más de 200 mil escuelas, a finales del año 2000 según la Secretaría de Educación Pública (SEP).
De acuerdo al renombrado sociólogo Michael Mann, esto se llama “poder infraestructural”, lo cual es una idea de influir en la conducta de los ciudadanos y las comunidades en diversas regiones y territorios a través de la política social.
Los gobiernos de México podrían haber tenido problemas para llegar a todas las regiones del vasto país con su Ejército o sus fuerzas policiales para erradicar la violencia y los homicidios, pero lo lograron con los maestros, al brindar educación a la población.
El acceso a la preparatoria podría bajar la tasa de homicidios actual
Varias investigaciones académicas exponen que el aumento del acceso de la educación a los ciudadanos en México podría reducir las tasas de cualquier tipo de violencia.
La primera investigación proviene de la criminología y se denomina como “Teoría del control”, la cual es una idea de que las escuelas, las familias y las iglesias son instituciones que pueden controlar el comportamiento.
La segunda es la “Teoría de la desorganización social”, lo que significa que las escuelas brindan caminos de vida lejos del crimen, particularmente del crimen violento.
La tercera es cultural: la escuela transmite valores y hábitos pacíficos. Según el criminólogo Manuel Eisner y el sociólogo Norbert Elias, estos son “valores de civilización” necesarios para equipar a los jóvenes para ser parte de una sociedad que funcione.
En México, la anarquía que en los últimos años ha acompañado a las guerras contra las drogas ha provocado nuevamente un fuerte aumento de los homicidios, pero la investigación indica que las autoridades deberían aprender del éxito histórico del país en la reducción de la violencia a través de la educación.
México ha logrado establecer la educación primaria universal, pero ahora necesita fomentar y ampliar el acceso a los años 10 a 12 para alumnos de 15 a 18 años.
“Promover la educación con los beneficios que trae, como la oportunidad de obtener trabajos más altamente calificados y mejorar los ingresos, puede alejar a las personas del extremismo y el crimen violento u organizado. Ha funcionado antes para México; tal vez sea hora de que el gobierno considere seriamente este enfoque”, enfatiza la investigación.