Redacción/Puebla
Nuestro estado cuenta con hermosos Pueblos Mágicos a cuales visitar y aquí tres recomendaciones, para visitar el fin de semana.
1. CHOLULA
Deriva del náhuatl Cholollan: «agua que cae en el lugar de huida». Es de uno de los asentamientos más antiguos de México y ha sido habitado, de manera ininterrumpida, desde el siglo V antes de Cristo hasta la actualidad.
Se le considera la ciudad viva más antigua de América. Sin embargo, su importancia en Mesoamérica fue variable a lo largo de los dos mil años de historia de las civilizaciones de América central.
La Cholula prehispánica fue una gran metrópolis habitada durante miles de años. Hernán Cortés, al conocer la cantidad de teocalis, imaginó que se podría orar en un templo distinto cada día del año. Sobre esos santuarios indígenas se construyeron templos y hoy San Pedro Cholula cuenta con 37 iglesias, detalle sorprendente para una ciudad de su tamaño.
En este Pueblo Mágico los dos grandes símbolos de ambas culturas conviven a pocos metros: la Gran Pirámide y el Ex-convento Franciscano de San Gabriel, uno de los más antiguos conventos de América.
La enorme Plaza de la Concordia es el centro de San Pedro. En sus larguísimos portales, visitantes y cholulenses pueden disfrutar de un café o platillos típicos de la región con una vista privilegiada: la Gran Pirámide.
2.- CUETZALAN
Ofrece una rica mezcla de atractivos prehispánicos y coloniales, acariciados por la neblina que recorre sus calles y montañas cubiertas de tupida vegetación.
Se dice que el nombre original de Cuetzalan era Quetzalan, es decir, «lugar donde abundan los quetzales»; aunque la acepción para Cuetzalan es «manojo de plumas rojas con puntas azules preciosas sobre dos dientes», término asociado con el tributo que hacia el pueblo de Cuetzalan al imperio Tenochca.
Cuetzalan está asentado entre las estribaciones de la Sierra Madre Oriental, a poco más de 1,000 metros de altitud, por lo que goza de un clima cálido húmedo. Son 174 los kilómetros que lo separan de la ciudad de Puebla en un recorrido pintoresco, abundante de hermosos panoramas. Uno de los principales atractivos es su posición geográfica entre grandes y profundas barrancas siempre muy verdes, por las que corren ríos como el Apulco, Cuichati y Zoquiate, afluentes del río veracruzano Tecolutla. Sus habitantes producen uno de los cafés más aromáticos y reconocidos del país. En cada rincón de sus calles se asoma un hermoso paisaje que invita a recorrerlas y a descubrir su entorno.
3.- CHIGNAHUAPAN
Es una ciudad ubicada en la parte norte del estado de Puebla. Su nombre proviene de las palabras en náhuatl chicnahui, que significa «nueve»; atl, que significa «agua»; y el sufijo pan, que significa «sobre», «en». En conjunto quiere decir «sobre las nueve aguas».
En épocas prehispánicas, la región ocupada por el actual municipio de Chignahuapan fue habitada por pueblos totonacas desde aproximadamente el siglo VII d. C., llegando a ejercer control sobre la región hasta el siglo X. Sin embargo, durante este período existió una convivencia entre pueblos totonacas, nahuas, otomíes y tepehuas.
Durante la conquista de México, Hernán Cortés otorgó permiso al jefe chichimeca Chichimecuatehuipil para asentarse en la región. Éste fundó la población de Tetehuitic, «monte de pirámides», como sitio de rendición de culto al dios Mixcóatl. Más adelante, en 1527 es fundada la población de Santiago Chiquinahuitle, «nueve ojos de agua». Poco después llegaron misioneros franciscanos y establecieron este lugar como centro de doctrina y evangelización.