Josue Escudero / Izúcar de Matamoros, Pue.
Desde muy pequeña le gustó cantar y bailar con la intención de hacer feliz a la gente, sus canciones favoritas eran las de Amanda Miguel, las cuales interpretaba con gran pasión; hoy a sus 49 años, Elizabeth Mejía hace felices a más de 470 mil personas que la siguen a través de la red social Tik Tok.
Elizabeth es una mujer originaria de Matzaco, junta auxiliar de Izúcar de Matamoros, tiene tantas ganas de vivir que lo trasmite en sus videos, los cuales traspasan más allá de las pantallas de las personas que se entretienen viendo sus grabaciones; con una sonrisa sincera la cual ha sido blanco de críticas y burlas por sus dientes, se ha convertido en algo característico de ella, para seguir brindando alegría a su “gente bonita”.
“Es una gracia, un don que Dios da, se llama gracia mi gente bonita; antes me daba pena, yo decía, que voy hacer ridiculeces y empecé a pedirle a Dios que me diera la gracia, el don que permitiera desarrollarme en lo que yo quiero, pues es mi anhelo”, comentó al entrevistarla en su casa ubicada en San Nicolás Tolentino.
Si bien su vida no siempre es fácil, toma fuerza de su audiencia para poderles brindar un poco de diversión sana, enfocándose en un contenido familiar que llene a las personas de buena energía, alejándolos de la mala vibra que puedan estar viviendo por aquellos malos momentos.
Una de las principales razones por la cual Eli Mejía decidió incursionar hace dos años en la plataforma de Tik Tok fue para dar mensajes que proyectaran amor, en especial para los jóvenes que siguen este tipo de red social, pues ella al ser madre esta consciente de los riesgos y el tipo de contenido que se puede ver a través de esta aplicación.
Entre los oficios a los que se ha dedicado Elizabeth esta el de payasita, faceta que marcó su vida y también el rumbo que ésta ha tomado ahora, con este trabajo pudo cubrir varias necesidades por las cuales pasaba en ese momento.
“Un día viéndome en el espejo me pinté la naricita roja, me empecé a disfrazar de payasita y me dije, yo puedo dar función y me llevaba a mis chiquitines para poder darla”, dijo en conversación con Enlace Noticias.
Con esta labor, Elizabeth adquirió una agilidad para poder dirigirse a la gente de una manera natural, además de que le permitió obtener una espontaneidad que le ayudó a perder el miedo a hablar en público, y hacer videos en cualquier parte, en la comodidad de su casa, en el centro de la ciudad, en el mercado y en el transporte público, mostrar los lugares en donde se desenvuelve cotidianamente.
A pesar de que la gran mayoría de su audiencia siempre le brinda mensajes de amor, como en toda red social también existen personas que comentan cosas que pueden llegar a ser hirientes (haters), pero Elizabeth confronta esta situación de buena manera, pues comprende que algunos guardan odio y rencor; ella misma reconoce que fue parte de ese grupo de personas que tenían resentimientos, pero gracias a una metamorfosis a sus 49 años, decidió proyectar alegría.
Sus hijos Verónica, Jorge, Brenda y su nieta Natali, forman parte de la familia de esta creadora de contenido, quienes también han tenido participaciones pequeñas en algunos de sus videos; además siempre están apoyándola con ideas nuevas para que se siga renovando y su cuenta continúe creciendo.
Pese a que se encuentra en un gran momento, tanto por el número de reproducciones, como el reconocimiento de la gente que se acerca en la calle para pedirle fotografías, Elizabeth busca seguir llegando a más seguidores, e inclusive, realizar una colaboración con el influencer Kuno.
Si bien algunos creadores utilizan otras formas para llegar a más personas, incluyendo el exhibirse de más como parte del morbo, Mejía enfatiza en que nunca hará ese tipo de contenido e invita a todas aquellas personas, en especial a las jovencitas, a evitar subir este ejemplo de videos, que pueden llegar a ponerlas en peligro tan sólo por incrementar sus seguidores, por lo cual las estimula a tener paciencia, pues encontrar el éxito en este medio no es fácil, pero la perseverancia siempre ayuda.
Aunque cuenta con casi medio millón de seguidores, cifra superior al que Tik Tok pide para monetizar, Elizabeth aún no gana ni un solo peso en esta aplicación, aun cuando lo ha intentado, la empresa le ha puesto varias trabas, por lo cual sigue con su trabajo que es el de vender productos naturistas.
Pese a no ganar ningún peso en esta red social, la izucarense seguirá subiendo su contenido, pues para ella lo más importante es que la gente reciba el amor por la vida que siempre proyecta en sus videos, y el cual es recíproco por parte de aquellos seguidores que se toman la molestia de mandarle agradecimientos por siempre llenar de alegría sus vidas, algo que es difícil de lograr y que Elizabeth lo está cumpliendo.