Hipólito Contreras / Puebla, Pue.
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, lamentó que se sigan dando agresiones contra la mujer, “es lamentable el desprecio a la vida, los valores, debemos trabajar en esto todas las instituciones, en la iglesia misma” enfatizó.
Esto luego del incremento de asesinatos y agresiones hacia las mujeres en el estado de Puebla, en la mayoría de los casos los responsables han sido la pareja sentimental de las finadas.
En otro tema dijo que la iglesia no puede abandonar las comunidades ubicadas en el triángulo rojo a pesar de los hechos de violencia que se dan.
Afirmó que en la diócesis de Puebla no existen amenazas de parte de los grupos que se dedican al robo de gasolina.
Sobre la carta que le enviaron para que intercediera a favor de la libertad de Israel Pacheco, indicó que ha escuchado a las dos partes y pidió el diálogo entre ellos con el fin de que el problema se resuelva.
Con respecto al problema en San Pedro Cholula en el sentido de que rechazan la presencia de ambulantes, informó que fue acuerdos de los mayordomos de las comunidades los que determinaron ya no dar permiso al comercio informal, no fue decisión de las autoridades municipales.
Por ultimo, invitó a todas las personas que tienen una responsabilidad en los medios de comunicación a contribuir a la búsqueda de un estilo comunicativo abierto y creativo, que no den todo el protagonismo al mal, sino que traten de mostrar las posibles soluciones, favoreciendo una actitud activa y responsable a las cuales va dirigida la noticia, ofrezcan a los hombres y mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de “la buena noticia”.
Esto debido al mensaje que ofreció el Papa Francisco con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, donde exhortó a una comunicación constructiva que rechace los prejuicios contra los demás, que fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza.
El Papa Francisco, en su mensaje, llamó a romper el círculo vicioso de la angustia y frenar el espiral de miedo, fruto de esa costumbre de centrarse en “las malas noticias”, ciertamente, no se trata de favorecer una desinformación en la que se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un optimismo ingenuo que no se deja afectar por el escándalo del mal.
Por el contrario, dice el Papa, todos tenemos que superar ese sentimiento de disgusto y resignación que con frecuencia se apodera de nosotros, arrojándonos en la apatía, generando miedos o dándonos la impresión de que no se puede frenar el mal, cayendo en la tentación de adormecer la propia conciencia, o de caer en la desesperación.