El club deportivo Guadalajara logró su doceavo título de liga, luego de vencer 2-1 a Tigres (4-3 global), en un partido que volvió a tener un final cardiaco y polémica.
Guadalajara mejoró su actuación del juego de ida en que consiguió un sorpresivo empate a dos goles. No sólo tuvo un sobresaliente desempeño a la defensiva sino que al ataque fue más peligroso que el rival.
Con este resultado, las Chivas le dieron un duro revés a los directivos del futbol nacional porque con puro jugador mexicano, como es su tradición, se levantaron con la corona, en una liga en la que el resto de los equipos están poblados de elementos no nacidos en México.
En este partido, Tigres terminó jugando únicamente con los mexicanos Jurgen Damm y Javier Aquino.
Un soberbio gol de Alan Pulido al minuto 16 fue poniendo las cosas en su lugar. Un largo y medido pase de Osvaldo Alanís fue prendido de aire con la parte interna del botín derecho por el exjugador de Tigres quien cruzó su disparo y dejó sin oportunidad a Nahuel Guzmán.
La máxima aproximación de los universitarios en la primera parte se dio al minuto 34 cuando el portero Cota quiso burlar al francés André Gignac quien casi le roba el esférico.
Y así se fueron al descanso, con un equipo universitario con pocas llegadas de gol y un Guadalajara muy ordenado.
Para el complemento, Tigres tuvo de nuevo la ocasión del empate. Un pase certero de Gignac dejó solo a Ismael Sosa, pero su disparo fue atajado por Cota. Era el minuto 49.
Al 65, Aquino recibió el balón por la banda izquierda. El mexicano llegó casi a la línea de meta y centro para Gignac quien voló su disparo.
Pero al 69, el acoso de Tigres recibió por respuesta el segundo gol tapatío. Desde fuera del área, Juan “El Gallito” Vázquez disparó a la meta de Guzmán, hubo un desvío de la defensa y el balón tomó rumbo a las redes. Era el 2-0 que ahora si parecía definitivo.
El final se acercaba con los jugadores de Chivas recibiendo faltas de unos desesperados rivales, lo que ocasionó varios conatos de bronca y aventones.
Pero las emociones no habían terminado. Al minuto 88, Sosa aprovechó un espacio, dio la media vuelta con balón dominado y desde fuera del área cruzó su disparo para poner un dramático 2-1.
El árbitro Santander otorgó cinco minutos de compensación y manchó su impecable trabajo al no marcar un penal sobre el propio Sosa en la penúltima jugada del partido.
Cuando terminó el juego, la mayoría de los jugadores derrotados felicitaron los vencedores. Y ya en la premiación, André Gignac, quien mostró que no sabe perder, no se presentó a recibir la medalla.
Cabe mencionar que once años requirió el Guadalajara para volver a levantar un título. El de esta ocasión sirvió, además, para empatar los torneos obtenidos por su acérrimo rival, el América.
(Con información de Procesos)