* Se le imputan siete cargos del orden federal que son graves
Eduardo Rivera y los partidos políticos que lo acompañan en su candidatura de la coalición “Mejor Rumbo para Puebla”, no deben eludir su responsabilidad en el caso de Tania N quien hasta el momento no ha sido revocada de su candidatura plurinominal pese a los siete cargos del orden federal que se le imputan y por los cuales está en prisión preventiva, señaló el vocero Enrique Doger Guerrero.
Doger Guerrero enfatizó que no puede existir un montaje, como lo señala la oposición, en la detención de Tania N en la que participó la Secretaría de Marina-Armada por el tipo de cargos que se le imputan los cuales son graves y del orden federal. Tales como, homicidio en grado de tentativa, narcotráfico, portación de arma de fuego de uso exclusivo del ejército, portación de arma de fuego sin licencia, portación de inhibidor de señal y cohecho, entre otros.
“¿El candidato Eduardo Rivera no sabía que era parte de su equipo y no sabía quiénes le acompañan en la campaña? ¿Y así quiere gobernar un estado?”, expresó el integrante de la vocería del candidato de Morena, Alejandro Armenta Mier, quien insistió en la responsabilidad que tiene tanto el candidato de la oposición como los partidos políticos para postular candidaturas de personas que están relacionados con el crimen organizado.
En ese mismo orden de ideas y a pregunta expresa de los representantes de los medios de comunicación en relación a la supuesta revocación de amparo a José Juan Espinosa por enriquecimiento ilícito, manifestó que, hasta ahora es un trascendido pero de ser cierto ello demuestra el tipo de candidatas –una de ellas detenida por siete delitos del orden federal muy graves- y candidatos que postula la oposición.
Por último, en relación a los hechos suscitados en la casa vecina del candidato Eduardo Rivera, expresó que nadie está a favor de un evento así y manifestó su solidaridad. Sin embargo, ya están detenidos los colombianos que irrumpieron en la casa de las vecinas de Rivera, y que el resto de dichos como el “esperar al candidato para soltarle un plomazo en la cabeza”; lamentablemente es parte de una narrativa de campaña suscitada de un hecho de la delincuencia en una ciudad que, hasta hace poco, era gobernada por él.