Redacción / Información nacional.
Ayer, 1 de enero, iniciaron las cabañuelas, una tradición arraigada en México y gran parte de Sudamérica. Las cabañuelas son un método de predicción del clima que se practica durante los primeros 24 días del mes de enero, correspondiendo cada día a un mes del año. Es decir, el clima observado el 1 de enero se considera una predicción para el mes de enero, el clima del 2 de enero se asocia con febrero, y así sucesivamente hasta el 12 de enero, que se relaciona con diciembre.
Esta tradición, aunque quizás menos conocida por las nuevas generaciones, ha sido transmitida de bisabuelos, abuelos y padres de familia a lo largo de los años. Los agricultores en las zonas rurales confían en las cabañuelas para preparar sus tierras y realizar sus siembras, ya que creen que les permite evitar malos temporales, como las heladas, que podrían poner en riesgo su trabajo. Para llevar a cabo las cabañuelas, los agricultores observan y registran las particularidades del viento, el sol, la temperatura y el cielo en bitácoras específicas.
Se cree que esta costumbre tiene su origen en la civilización maya, de la cual los aztecas adoptaron la práctica. Los calendarios mayas constaban de 18 meses, cada uno con 20 días, y los primeros 18 días se utilizaban para advertir las condiciones climáticas de cada mes. Los dos días restantes se dedicaban al estudio de otros fenómenos.
Es importante destacar que las cabañuelas son un método de predicción y no de pronóstico. Aunque los agricultores confían en esta tradición, es necesario tener en cuenta que los resultados de las cabañuelas no son científicos ni garantizan una precisión absoluta en la predicción del clima a largo plazo.