Juan Rubio – Natali López / Chietla, Pue.
El pasado domingo 7 de enero, el contador público Edgardo Ponce Cortes llevó a cabo una celebración especial en Villa Atencingo, una junta auxiliar perteneciente al municipio de Chietla. Miles de ciudadanos se congregaron en esta comunidad para disfrutar de la tradicional Noche de Reyes.
El evento se destacó por la realización de un desfile de reyes, el cual recorrió las principales calles de la comunidad, llenando el ambiente de alegría y emoción. Los niños, en particular, aguardaban con ansias este día, ya que es la noche más mágica y especial del año.
El desfile culminó con la emotiva entrega de juguetes a los pequeños asistentes. Los Reyes Magos, con su generosidad y espíritu festivo, alegraron los corazones de los niños al brindarles regalos que habían sido esperados con ilusión.
Durante el evento, el contador público Edgardo Ponce Cortes tomó la palabra para dirigirse a los presentes. Expresó su gratitud a todos los asistentes y les deseó un feliz año nuevo. Además, resaltó el comportamiento ejemplar de los niños durante el año pasado, lo cual motivó a los Reyes Magos a premiarlos con regalos.
El contador también aprovechó la ocasión para agradecer a los diferentes sectores de la comunidad que colaboraron en la organización del evento. Destacó la participación de los comerciantes, quienes contribuyeron con la elaboración de carros alegóricos y otras actividades que hicieron de esa noche un momento especial para todos los niños.
En sus últimas palabras, el contador Ponce Cortes hizo hincapié en la importancia de elegir cuidadosamente las palabras que se dicen. Hizo referencia a un famoso meme que decía: «Cuando quiera participar, habrá señales», y señaló que el evento de esa noche era una señal de su participación.
La Noche de Reyes en Villa Atencingo fue un evento memorable, en el cual la comunidad se unió para celebrar la ilusión y el amor hacia los niños. Los presentes disfrutaron de un desfile colorido y emocionante, y los pequeños recibieron juguetes que les brindaron felicidad y alegría.
Con esta celebración, la comunidad de Atencingo, Chietla, demostró una vez más su compromiso con la tradición y el bienestar de sus habitantes. La Noche de Reyes fue una muestra de solidaridad y generosidad, en la cual los niños fueron los protagonistas indiscutibles.