Abraham Onofre/ Tehuacán, Pue.
El Centro de Reinserción Social (Cereso) de Tehuacán, Puebla, fue escenario de una huida épica en plena festividad navideña. Eduardo N., un convicto con un extenso historial delictivo, se escapó el 24 de diciembre sin dejar rastro.
Bajo la nariz de los custodios y personal de vigilancia, Eduardo N., de 27 años de edad, se esfumó de su celda sin que nadie notara su ausencia hasta el pase de lista de la tarde. Aunque se movilizó todo el centro penitenciario en su búsqueda, jamás apareció.
La sospecha recae en una camioneta roja que ingresó para cargar muebles fabricados por los internos, entre ellos, el escondite improvisado de Eduardo N. Se dice que se ocultó dentro de un mueble y se fue sin que nadie lo notara.
Es necesario mencionar que, Eduardo N., se encontraba privado de su libertad por homicidio, delitos contra la salud, asalto, portación de arma exclusiva del ejército, entre otros cargos que le fueron fincados.
Pero esto no termina ahí. Tres trabajadores del Cereso fueron detenidos por su fuga. La Fiscalía y la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla están tras la pista, mientras los reportes policíacos narran la historia de este peligroso sujeto, conocido como “El Chinchola”, que se esfumó en el aire gracias a un mueble fabricado adentro del penal.