Juan Rubio / Huaquechula, Pue.
En Huaquechula, se está llevando a cabo la preparación de los majestuosos Altares Monumentales, una tradición que honra a los difuntos y que ha sido reconocida como Patrimonio Cultural del Estado desde hace 26 años.
Las mujeres artesanas de este lugar son las encargadas de confeccionar estos impresionantes altares, utilizando una técnica única que se deriva de su influencia en la costura sacra. Su labor es verdaderamente admirable, ya que trabajan la tela a mano, en lugar de utilizar una máquina de coser como es común en otros lugares. Esto les otorga a los altares un estilo especial y distintivo.
Los Altares Monumentales de Huaquechula son una tradición arraigada en este lugar y se han convertido en una atracción turística de renombre. Cada año, miles de visitantes llegan desde diferentes partes del mundo para contemplar la majestuosidad y el arte que se despliega en estos altares.
Estas ofrendas tienen una altura de aproximadamente tres o cuatro metros y un ancho de tres metros. Son colocadas en honor a las personas que fallecieron durante el año en curso. La cantidad de altares monumentales varía de un año a otro, dependiendo del número de personas que perdieron la vida en el último año. Por ejemplo, en el año 2022 se realizaron 39 altares monumentales, ya que fueron 39 las personas que fallecieron en Huaquechula en ese periodo.
La tradición establece que los muertos regresan desde Mictlán, el inframundo de la mitología mexicana, para reunirse con sus seres queridos durante el Día de Muertos. Durante estos días, vivos y muertos conviven y se encuentran en un mismo espacio, volviendo a estrechar los lazos que los unieron en vida.
Para las familias huaquechulenses, la elaboración de los Altares Monumentales implica un gasto considerable, que puede oscilar entre los 80 mil y los 150 mil pesos. Sin embargo, este desembolso no es un obstáculo para ellos, ya que consideran que es una manera de honrar a sus seres queridos y mantener viva la tradición.
Cada altar monumental está compuesto por tres niveles. El primero de ellos representa lo terrenal y es el lugar donde se coloca la comida y la bebida que el difunto solía disfrutar en vida. El segundo nivel es el alma del difunto, donde se ubica su fotografía rodeada de ángeles y los tradicionales llorones, figuras que simbolizan el luto y el sufrimiento por la ausencia. Finalmente, en el tercer nivel se coloca una imagen católica, generalmente aquella a la que la familia es devota.
Para la confección de los altares, se utiliza tela de satén blanco y algunas veces se añade una tela dorada para darle mayor elegancia. Los «altareros», como se les conoce a las personas que se dedican exclusivamente a esta tarea en el pueblo, utilizan madera para construir las estructuras que sostienen los altares.
Además de colocar la ofrenda, los familiares del difunto que regresa por primera vez desde la tierra de los muertos también ofrecen un desayuno a quienes reciben al ánima. El día 2 de noviembre, se sirve comida a todos aquellos que asisten a despedir al difunto en su última visita.
Este año, en Huaquechula, se está promoviendo no solo la visita a los Altares Monumentales, sino también una serie de actividades artísticas y culturales para que los visitantes puedan disfrutar al máximo de las tradiciones de esta región. Se busca enriquecer la experiencia de los turistas, brindándoles la oportunidad de sumergirse en la historia y las costumbres de este pintoresco pueblo mexicano.
Los Altares Monumentales de Huaquechula son una manifestación de la devoción y el cariño que las familias huaquechulenses tienen hacia sus seres queridos fallecidos. Representan una forma de mantener viva la memoria de aquellos que ya no están físicamente presentes, pero que siguen viviendo en el corazón y en la mente de quienes los amaron. Estos altares son un verdadero testimonio del arte y la tradición arraigada en este municipio, donde el Día de Muertos se celebra con una magnificencia única en el mundo.