Redacción / Tulcingo de Valle, Pue.
Un triste caso de lucro con una perrita enferma y maltratada, protagonizaron el Doctor Wenceslao N., y el señor Manuel N., dueño de una supuesta fundación “El Guau y el Miáu”, quienes recibieron a la perrita Génesis que fue rescatada en Tulcingo de Valle para su atención médica, asegurando que no cobrarían ningún peso gracias al pedido de auxilio y a la viralización en redes sociales de su crítica situación.
La historia de Génesis comenzó hace más de un mes cuando una compañera y la autora del rescate decidieron hacer la adopción de una perrita que vivía en condiciones de maltrato animal. El 8 de mayo, en Tulcingo de Valle, llegaron al lugar donde vivía el canino con un fin altruista, sin imaginar que mucho después serían partícipes de un caso donde otras tres personas lucrarían con ella.
“La perrita Génesis fue rescatada de un lugar donde sufría maltrato animal; yo la rescaté junto con otra compañera, fuimos a pedir que nos la regalaran y sus dueños accedieron. En el video dice que pensaban tirarla o matarla porque estaba muy enferma. Proseguimos a rescatarla, nos la dieron y yo decidí adoptarla. A partir de ese día, se empezaron a subir fotos de Génesis en redes sociales y se formó un grupo rescatista en Tulcingo de Valle, el cual se llama Corazones Peludos Tulcingo, y ahí fue donde, primera vez, se publicó su historia”, contó exclusivamente para Enlace Noticias la rescatista de la perrita Génesis.
Luego de hacerse viral en redes sociales el caso de Génesis, el señor Manuel Lisbona se contactó con su rescatista a través de su supuesta fundación El Guau y el Miáu, para ofrecer su ayuda y llevar a la perra al Hospital Frecuencia Animal, ubicado en Nezahualpilli 34, Col. Estrella del Sur, Alc. Iztapalapa, 09820, CDMX.
“Y fue ese hospital donde recibieron a mi perrita. Llegamos con el doctor, y grabaron videos para su página en donde decían ellos mismos que no iban a cobrarme ningún peso, porque el doctor y Manuel eran amigos desde hace años y que el hospital era el padrino de todos los animalitos que les llevaban”, agregó la rescatista de Tulcingo de Valle.
A partir de ese día, la suerte de la perrita Génesis comenzó a gestarse sola. El Hospital Frecuencia Animal se ofreció como padrino de la causa, recibiéndola y llevándola a tres operaciones quirúrgicas. Todo indicaba una posible recuperación gracias a los cuidados del veterinario y su equipo de trabajo.
Sin embargo, la situación tomó un giro de 180° cuando el doctor Wenceslao y Manuel exigieron a su rescatista que les hiciera entrega de las donaciones que cobrarían por repost de su caso de Génesis. Al negarse, el doctor Tovar incluso les llegó a amenazar con no entregarle la perrita, que, de acuerdo a su abogado, estaba mejor con él y Manuel.
“Yo le escribía diario al doctor, pero casi nunca me respondía y no quería enviarme fotos de Génesis, así que decidí ir a verla. Cuando llegué, el doctor, su esposa y Manuel me llevaron a comer y ahí me plantearon las cosas, casi amenazándome; me dijeron que la perrita ya había salido en las noticias La Jornada”. Agregó que: “ya había visto que mucha gente en TikTok quería donar dinero, y me exigieron que yo pusiera las cuentas de bancos de ellos, así como también me dijeron que ese grupo de rescatistas que se estaba formando en Tulcingo de Valle, él iba a ser quien administrara las finanzas del grupo, y que todos los apoyos deberían caer en su cuenta. Esos fueron los términos que me plantearon; me dijeron que, si yo no aceptaba, no iba a tener a Génesis de vuelta, porque ellos la habían atendido sin cobrarme un peso, y que me daban una semana para pensarlo”, expuso.
Se han encontrado pruebas donde los señalados aceptaron donaciones por parte de personas anónimas a través de sus perfiles personales en las diferentes redes sociales, las cuales adjudicaron como para el uso de los medicamentos que Génesis necesitaba para su recuperación.
Cobijada por el equipo de Corazones Peludos Tulcingo, la pequeña Génesis lucha por volver a estar con su familia, esta vez protegida por leyes que garanticen su bienestar. Los rescatistas esperan que el caso sea tomado en cuenta por la Secretaría de Bienestar Animal mediante la denuncia presentada en el organismo competente.