Columna de Opinión – Por: Nicolás Dávila Peralta
En los años 70 del siglo pasado, la Universidad Autónoma de Puebla abrió su primer plantel fuera de la ciudad capital: la Escuela de Medicina Veterinaria y Zootecnia en la población de Tecamachalco. Ese fue el primer paso de un proceso de regionalización que avanzó al abrirse la Escuela de Ingeniería Agrohidráulica en el municipio de Teziutlán.
Pero fue en la década de los años 90 cuando la BUAP decidió extender su oferta educativa en las principales regiones del estado. Como parte de este proyecto, a partir de 2006 se crearon las unidades regionales de Atlixco, Izúcar de Matamoros y Chiautla de Tapia.
Al reformarse la legislación universitaria, en 2016, las unidades regionales de la BUAP se organizaron en cinco complejos regionales: Centro, Norte, Nororiental, Sur y Mixteca; este último integrado por las unidades de Atlixco, Izúcar y Chiautla.
En el Complejo Regional Mixteca, actualmente se ofrecen en total diez carreras de licenciatura, más estudios de preparatoria.
En Atlixco, donde desde los años 80 del siglo pasado la BUAP cuenta con una escuela preparatoria, para este 2023 se ofrecen las licenciaturas en Administración turística, Contaduría Pública, Administración de Empresas, Procesos educativos y Gastronomía.
En el plantel de Izúcar de Matamoros, la oferta educativa abarca las carreras de Ingeniería Agroindustrial, Biotecnología y Químico Farmacobiólogo, además de estudios de preparatoria, opción que también tiene el plantel de Chiautla de Tapia, donde se ofrecen las licenciaturas en Administración de Empresas y Contaduría Pública.
Este proceso de regionalización de la BUAP pretende que en su totalidad se brinden no solo estudios de preparatoria y licenciatura, sino que la vinculación con las regiones incluya proyectos de investigación científica que respondan a las necesidades de cada región, así como fomento a la cultura.
En estos renglones, las unidades regionales del Sur (Tehuacán), del Norte (Chignahuapan) y Nororiental (Teziutlan), realizan ya proyectos de investigación en varios campos de la ciencia, como la medicina, las ingenierías agroforestal y agrohidráulica, que repercutirán en el desarrollo regional.
El compromiso de los campus de Atlixco, Izúcar y Chiautla es responder a los retos que presenta el desarrollo de las regiones de los valles de Atlixco e Izúcar y la Mixteca baja poblana.
La región ofrece un amplio campo para la investigación científica y social, que puede incidir en el desarrollo de una región considerada como la más atrasada del estado de Puebla.
Siendo una región eminentemente agrícola y/o dedicada a la ganadería menor (cabras), la Unidad Regional Mixteca tiene un amplio campo de investigación en los ámbitos de las ciencias agrícolas (agronomía, agrohidráulica, agroforestal y agroindustrial) y la producción ganadera y el cuidado de la salud animal.
Además, la Mixteca es una de las regiones con un alto porcentaje de migrantes. Esta realidad presenta un campo de estudio que abarca desde las causas de la migración hasta los fenómenos de desintegración familiar, deficiencia educativa y la incidencia de esta realidad en la delincuencia.
Esperemos que muy pronto, la Unidad Regional Mixteca fortalezca no solo sus opciones de licenciatura, sino que contribuya con sus científicos a un desarrollo integral que eleve el nivel y la calidad de vida de los habitantes.