Columna de Opinión / Punto de Vista – Nicolás Dávila Peralta
Vivimos una nueva etapa de protestas en contra de los libros de texto gratuitos, orquestadas por la Unión Nacional de Padres de Familia, el Partido Acción Nacional y de manera protagónica, el noticiero de TV Azteca que conduce el periodista Javier Alatorre. En el centro de estas acciones está una afirmación que nos regresa a los años 60 del siglo pasado: “son libros comunistas”.
La historia
Los libros de texto gratuitos fue una iniciativa del gobierno de Adolfo López Mateos; hasta 1959, los padres de familia compraban los libros de texto de sus hijos. El primer paso, fue la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) cuya tarea, hasta el presente, es la redacción, diseño, impresión y distribución de este material didáctico.
A partir de la creación de la Conaliteg iniciaron las protestas de los dueños de las editoriales privadas, por el impacto en su economía; pero la principal reacción en contra, vino del Partido Acción Nacional y de la Iglesia Católica a través de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF).
Los dos principales argumentos fueron:
1.- Los textos únicos son un atentado contra el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos.
2.- La educación laica abre las puertas al comunismo.
En una época donde los países de Europa occidental y de América vivían la amenaza del comunismo, presente ya en Cuba, la UNPF acusó al gobierno de abrirle las puertas a esta ideología a través de los libros de texto gratuitos.
La UNPF es una organización de carácter católico que surgió el 27 de abril de 1917 (hace 106 años), como reacción al artículo 3 de la Constitución que en su redacción original señalaba que la educación debería ser laica e impedía a las órdenes y congregaciones religiosas regentear escuelas en el país.
Esta organización fue fundada por católicos de extrema derecha y se vinculó desde sus inicios con organizaciones secretas; primero con la Unión de Católicos Mexicanos -la U-; después, con las Legiones como reacción a la educación socialista del gobierno de Lázaro Cárdenas y desde la segunda mitad del siglo XX, con el Yunque.
Protestaron frente a la primera reforma de los textos en 1962 y con más fuerza en 1972, cuando acusaron por segunda vez que la reforma educativa de Luis Echeverría llevaba el país al comunismo. En las siguientes ediciones de los libros de texto (1988, 1993) sus baterías se enfocaron en contra del contenido sobre la reproducción humana; para ellos era un atentado a la moral y reclamaban que ese tema correspondía sólo a los padres de familia tratarlo con sus hijos.
Guardaron silencio en las reformas de los libros en los gobiernos panistas y en el de Peña Nieto, pero volvieron a la batalla en este sexenio, hasta llegar a la actual campaña en donde se acusa abiertamente a los libros de “comunistas” y escritos por un equipo de “comunistas” encabezado por el director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública.
«Blanca Nieves» y sus dos «enanos»
La campaña actual en contra de la edición 2023 de los libros de texto gratuitos ataca directamente al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, al que acusa de diseñar una estrategia para educar a las nuevas generaciones en la ideología comunista, destacando la lucha de clases, incluyendo en la historia reciente figuras de guerrilleros comunistas, distorsionando los contenidos científicos y, en el colmo de la insensatez, acusando de que se distorsiona la enseñanza de las matemáticas (seguramente en el libro de texto se afirma que seno y coseno, no pertenecen a la trigonometría, sino a la biología).
Esta nueva embestida de la UNPF y del Frente Amplio por México tiene, sin embargo, un nuevo sentido: es una estrategia electoral, forma parte del RECURSO DE MIEDO para ganar el voto ciudadano, porque la etiqueta de “comunismo” no solo abarca los libros de texto gratuitos, sino al gobierno y su partido, a Morena.
El mensaje de la extrema derecha representada por la UNPF y los empresarios y partidos del Frente Amplio por México: Claudio X. González, la “Blanca Nieves” del PAN y sus “enanitos” PRI y PRD, es claramente electorero: “si vuelven a votar por Morena le están abriendo las puertas al comunismo; voten por nosotros que somos la salvación”.
Un periodista servil
La semana pasada, el principal instrumento de esta campaña de miedo fue el periodista de TV Azteca Javier Alatorre, quien se lanzó de lleno contra los libros de texto gratuitos en su noticiero, al afirmar:
“México está en peligro por un virus que se creía erradicado: el virus comunista, su resurgimiento está en la educación comunista que la Secretaría de Educación Pública busca imponer a las niñas y los niños de México. Estamos en una conspiración fraguada por comunistas trasnochados…”
Alatorre afirmó de manera contundente: “Buscan convertirlos (a los niños) en esclavos de la educación comunista (…) Buscan que los niños no lean, no aprendan matemáticas, no ciencias, ética, historia, sin distorsiones; no quieren que sean mejores”.
Como trabajador de TV Azteca, Alatorre no actúa por su cuenta, sino por órdenes de su patrón: Ricardo Salinas Pliego. Esto fue evidente, cuando el empresario -que debe al fisco mil 200 millones de pesos por impuestos- lanzó una encuesta tendenciosa en su cuenta de twitter:
“¿Qué opina el pueblo de México que los Marxistas proponen que sus hijos aprendan: División, Rencor, Envidia, Mediocridad, Violencia, que es bueno vivir en un Estado opresor, que está bien acabar con la familia tradicional, que está bien robarse los impuestos (que, por cierto, este empresario no ha pagado) y repartirlos entre sus amigos y familia, que está bien que no haya un buen sistema de salud, que les enseñen que la pobreza es buena, que a los niños les laven el cerebro, que la riqueza se distribuya entre los #Gobiernicolas y sus amigos, que en los hospitales te puedas morir en un elevador, etc. ¿Estás de acuerdo o no?
Al final aparecen las posibles respuestas:
“¡No estoy de acuerdo”!
“¡Sí, me gusta vivir jodido!”
Pero esta campaña del miedo que resucita al fantasma del comunismo no es original del Frente Amplio por México y mucho menos de Ricardo Salina Pliego; forma parte de la estrategia internacional diseñada por la extrema derecha de resucitar al comunismo para de este modo manejar a los electores, en su intención de llegar al poder en los países latinoamericanos.
Esta campaña, pues, sí es un serio peligro para nuestros pueblos oprimidos por más de 30 años de neoliberalismo que la extrema derecha, a través de “Blanca Nieves y sus dos enanos” (PAN, PRI, PRD), pretenden que regrese a través del voto del miedo.