Redacción / Información internacional.
Ucrania realizó un ataque con drones sobre la base naval rusa en Novorossiysk, en el Mar Negro, el pasado viernes, según confirmaron tanto autoridades ucranianas como militares rusos. El Ministerio de Defensa del Kremlin indicó haber frustrado el ataque, destructor de dos drones marítimos, y haber repelido un segundo asalto en Crimea.
Este último episodio no es aislado. Esta semana aviones no tripulados llegaron a la capital rusa, y en mayo llegaron incluso hasta el Kremlin. El incidente del viernes aparece cuando el Mar Negro empieza a ser un campo de batalla tras la retirada de Rusia del acuerdo para el transporte de grano ucraniano, desde el que Moscú ha iniciado ataques a los puertos ucranianos.
En Novorossiysk, los daños causados por los drones fueron importantes. Según la información transmitida por un funcionario del Servicio de Seguridad de Ucrania hablando bajo e anonimato, el buque de desembarco Olenegorsky Gornyak resultó con una brecha en su costado tras el ataque. Esta embarcación fue diseñada para el transporte de tropas y equipos y había sido sometida a reparaciones en 2014.
Según el Kremlin, la defensa antiaérea frustró una ofensiva ucraniana de diez drones en Crimea. Las redes sociales rusas (y ucranianas) recogían el ataque en los límites de la ciudad de Feodosia, e incluso ofrecían grabaciones de bastantes explosiones.
A pesar de todo, el Consorcio del Oleoducto del Caspio, empresa responsable de una terminal petrolífera en el puerto, confirmó que no hubo daños ni víctimas como consecuencia del asalto. El tráfico marítimo se suspendió durante unas horas, sin embargo.
Por el momento es desconocida la respuesta de Rusia ante el avance ucraniano, aunque desde el Kremlin se limitan a negar los hechos y erigirse como repelentes de los ataques.