Redacción /Izúcar de Matamoros, Pue.
Doctores y maestros en ciencias, investigadores, ingenieros, abogados, administradores, licenciados, contadores y especialistas en diversas disciplinas de la ciencia, la tecnología y la educación, siguen sin conocer algún plan de trabajo claro que defina el nuevo rumbo de la máxima casa de estudios de la UTIM.
El 16 de marzo pasado Javier Santiago fue nombrado por la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEP), es decir, hace más de 3 meses y, a su llegada, designó a gente joven sin experiencia en el sector educativo, académico y en los procesos administrativos que requieren el óptimo funcionamiento de una institución.
Y después de más de 3 meses, el trabajo académico sigue sin un rumbo definido; las académicas se encuentran abandonadas y las acciones que se realizan son actividades que ya han sido programadas con anterioridad, como los trabajos de vinculación internacional, la presentación de proyectos en congresos, auditorias de calidad para la verificación de procesos y la apertura de la nueva licenciatura en protección civil, proceso que ya llevaba más de un año.
A casi 100 días del inicio de su gestión, ésta se ha caracterizado por los conflictos originados por despedidos a trabajadores con 10, 15 y 20 años de antigüedad provocando inestabilidad y dañando la imagen de la institución, por realizar una campaña de inclusión a la comunidad LGBTT+, algunos festejos escuetos por el día del niño, de la madre y el maestro, totalmente alejados de la comunidad académica y administrativa.
Sin embargo, la prueba de fuego viene con la campaña de promoción y difusión para la captación de alumnos de nuevo ingreso para el aumento de la matrícula, algo que el mismo rector ha criticado y fue motivo para despedir al personal docente. Los estudiantes de bachillerato se encuentran en las vísperas de sus graduaciones y buscarán ingresar a alguna universidad y, el personal docente, señala que no reciben viáticos para cubrir las comisiones y poder salir a difundir a la universidad, teniendo que poner dinero de su bolsa, responsabilidad inmediata del nuevo director de vinculación y el joven secretario de administración y finanzas.
Asimismo, los cuerpos académicos y las líneas de investigación siguen sin recibir las nuevas directrices que orienten el trabajo académico, pues la inexperta secretaria académica ha burocratizado el trabajo administrativo, limitándose a solicitar reportes diarios sobre actividades administrativa de más de 200 docentes. ¿Cuándo se va a poner a revisar? A más de 3 meses, docentes e investigadores siguen esperando que el nuevo rector y su equipo, llegue a las academias a presentar su plan de trabajo, cosa que no va a suceder.
Así pues, con esa visión llegó la nueva administración: con escándalos, sin trabajo académico, sin rumbo, sin un plan y, como lo dicen los hashtags de sus redes sociales, esa es #LaUniversidadQueQueremos.