Redacción / Información nacional.
En la comunidad de Ahuehuetzingo, ubicada en el municipio de Chietla Mixteca poblana, el pueblo de apenas mil habitantes quedó en estado de shock tras conocerse que Francisco Oropesa, un vecino del lugar, había asesinado a cinco hondureños en la ciudad texana de Cut and Shoot.
Parientes, amigos y vecinos del joven de 38 años expresaron su consternación, uno de ellos, Ramón Morales, compañero de la Primaria, señaló que estaba “canijo” por lo ocurrido.
Medios internacionales en sus portales también destacan cómo las calles de este pueblo han sido testigo de la migración hacia Estados Unidos como una realidad que muchos jóvenes tras cumplir el mayor de edad deciden como objetivo y, aunque algunos adultos critican y otros defienden a Francisco, ninguno lo relaciona con algún crimen.
La policía de Texas, quien recibió una recompensa de 80 mil dólares, detuvo al principal sospechoso y la familia de Oropesa, incluidos su madre enferma de diabetes y su tía Leticia, fueron los encargados de informar que el muchacho fue asegurado en la ciudad texana cerca de las 19:00 horas.
Los habitantes del pueblo de Ahuehuetzingo esperan ahora que la justicia hará su trabajo y que Francisco cumplirá con la sentencia que se le aplique por los cinco crímenes cometidos.
Mecánica de los hechos
Un hombre de 38 años, de origen mexicano, pero con raíces poblanas fue detenido por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) luego de protagonizar un escalofriante caso de violencia, el cual finalizó con la muerte de 5 hondureños; entre ellos un infante de 8 años. El incidente se registró en el condado de San Jacinto, Estado de Texas, esta vez Fernando Oropesa, fue identificado como el responsable del terrible acontecimiento.
Esto, sin embargo, no fue la única tristeza que esta región del Sur de Estados Unidos Turbas, el fatal acto comenzó cuando el imputado estaba en su jardín, realizando disparos que afectaban el tranquilo descanso de sus vecinos. Preparado con su arma, Francisco arremetió duramente contra Wilson García y su familia, unos de los agraviados que trataron de contener y convencer de dejar de lastimar a otros.
Pero aparentemente las palabras no calaron en el delincuente, y fue así como en pocos minutos su fusil AR-15 había cobrado la vida de cinco personas. Mientras los oficiales policiales demoraban su llegada, el homicida ya se había dado a la fuga. Esta fue la noticia que puso en movimiento a 300 elementos de la policía federal que ahora tienen ocupadas sus labores en la búsqueda de Francisco Oropesa.
En su momento, a raíz de lo ocurrido, el Buró Federal de Investigaciones puso como recompensa la suma de 80 mil dólares a quien proporcionara información con respecto a su paradero, la cual podría acarrear comisiones por más de 1.5 millones de pesos mexicanos.