**Se registró un intento de homicidio y el ataque contra una embarazada**
Los problemas entre dos grupos de comerciantes han ido escalando en cuanto a las repercusiones generadas, pues han llegado a agresiones físicas incluso contra una embarazada; no obstante, pese a las evidencias del conflicto, las autoridades de Izúcar de Matamoros continúan ignorando y haciendo caso omiso a las acusaciones.
Fue a través de una denuncia ciudadana que se dio a conocer el tema, donde reportaron que el problema surgió con un grupo de comerciantes en específico, conocidos como “Los Colores”, quienes iniciaron con agresiones verbales hacia otros vendedores cercanos a sus puestos.
Sin embargo, el conflicto se agravó cuando esas agresiones subieron de nivel, al convertirse ya en ataques físicos, pues incluso, en una de las discusiones, arremetieron contra una joven embarazada, por lo que al querer defenderla hirieron con un picahielos al hijo del dueño del local.
“A inicios de este año, uno de los empleados de “Los Colores” empezó a insultar a Karen, una trabajadora de “Los Rosete”, estando embarazada, por ello Álvaro, hijo del dueño, fue a hacerle frente al dichoso empleado, por lo que el otro agarró un picahielos y se lo enterró. Pero no le dio bien y solo logró darle en la parte del cuello, afortunadamente no terminó en un asesinato, sin embargo, si fue un intento de”, expusieron los afectados.
Todo ello llevó a los implicados a temer por su vida y presentar una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), no obstante, continúan en las diligencias para que procedan contra el acusado, por lo que durante su espera buscaron a personal del área de Industria y Comercio, y al encargado del mercado, para que pudieran actuar y poner una solución al problema.
Pero la respuesta fue negativa, asegurando que ellos estaban atados de manos ante el conflicto que estaba surgiendo, por lo que su único actuar fue mandar dos policías al área, elementos que solo pusieron una pausa al problema, pues en cuento se fueron, el pleito continuó.
Acusaron a estos comerciantes de tener una influencia (“nepotismo”), sobre dichos funcionarios, por lo que pidieron audiencia con la presidenta municipal Irene Olea Torres y que pudiera poner fin al conflicto; pero hasta el momento aseguran que dicha audiencia no ha sido concedida y, por lo tanto, crece el temor ante el peligro que corren su vida e integridad y que todo derive en una tragedia mayor.
“El administrador del mercado dice que no puede hacer nada porque se encuentra atado de manos, ante las presuntas influencias que tienen los dueños, y llegar hasta la presidenta son muchos trámites; pienso que hace poco caso porque cree que son simples problemas entre comerciantes, pero realmente la situación es más grave”, expresaron.
Aunado a ello, en dicha denuncia aseguran que no es la primera vez que estos comerciantes tienen problemas con otros, pues incluso, hay quienes decidieron cambiar de local para evitar pleitos, y en cuestiones mucho más graves, son relacionados con un homicidio ocurrido hace unos años, caso que sigue sin resolverse.
Con todos estos antecedentes, piden a la alcaldesa Irene Olea poner orden en el tema, pues si hay tantas pruebas de los conflictos, que busquen soluciones para evitar una tragedia, pues saben de otros comerciantes en estas situaciones y que los han corrido del mercado por esto, y porque a ellos no.