Una de las principales problemáticas que aquejan a los productores de la región cañera son las plagas del picudo y del barrenador; por ello, la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar del Ingenio de Atencingo (ULPCA), trabaja en programas para apoyar a los cañeros en su combate contra dicho obstáculo para el buen rendimiento de la caña.
El secretario general de la ULPCA, Galdino Alvarado Rodríguez, dio a conocer que con el tema de las plagas han tenido varios problemas, pues siguen combatiendo la del picudo y la del barrenador, además de que se ha agregado el incremento de la presencia del fusarium, un hongo que ocasiona que la caña se marchite.
Detalló que el hongo fusarium ha existido siempre; no obstante, es una plaga que tiene más presencia debido al crecimiento del daño del picudo; ante esto, por parte de la asociación cañera llevan a cabo un trampeo para esta plaga, el cual consiste en colocar trocitos de caña que se abren por la mitad.
Estos fragmentos de caña se curan con insecticida para aportarle a las parcelas dicho trozo de caña y el picudo sea trampeado.
Alvarado Rodrìguez expuso que este incremento en las plagas se debe principalmente a que el productor no ha vigilado que este método se aplique correctamente, que la técnica sea la adecuada y de esta manera la trampa sea más efectiva.
“Se trata de volver a retomar todas estas acciones pero que se hagan como debe de ser, de acuerdo a la técnica; la recomendación que nos hacen es que se aplique y se acomode bien la trampa, no que se llegue y se tire como comúnmente se hace; se debe ir aplicando correctamente para que tenga la funcionalidad y la efectividad que requieren”, dijo.
Por ello, exhortó a los productores para que vigilen a las cuadrillas para que apliquen bien las trampas, pues el productor paga por el trabajo y debe hacerse de calidad para que los beneficios sean mayores.
En cuanto a la plaga del barrenador, el cual se come directamente la raíz y seca o hace que germine de manera temprana sin una raíz fuerte, comentó que cuentan con un programa denominado “Control de Plagas del Barrenador”, donde se le aplican productos biológicos a la caña para evitar los daños a los cultivos, además de que no daña el medio ambiente.
“Se le descuenta al productor cañero la cantidad de 3 pesos por tonelada y tiene derecho a 1 kilo de este producto por hectárea, sin ningún problema sin costo para el productor, ya que lo cubren con los 3 pesos que se le descuenta”, señaló Galdino Alvarado.