Gabriel Sánchez Andraca / Semana Política
Dejar fuera de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional, al actual dirigente, Alejandro Moreno Cárdenas, como pretenden diez ex dirigentes nacionales y la mayoría de los militantes que todavía le quedan al partido tricolor, es difícil, si se tiene en cuenta que, por la vía institucional, “Alito” está a menos de la mitad del periodo para el que fue electo; tiene en sus manos al Consejo Político y también el apoyo de numerosos comités estatales que él impuso.
Estamos en otros tiempos y el PRI ya no puede hacer lo que siempre hizo, actuar autoritariamente. En sus tiempos de gloria, el dirigente nacional del PRI se iba a su casa sin mayores problemas, si recibía la orden de hacerlo. El Consejo Político priísta, apoyaba a quien le dijeran que apoyara, y si algún comité estatal no acataba una orden, también era destituido y nadie protestaba, nadie decía nada. Los priístas de ese entonces habían nacido, como los novohispanos en la época de la Colonia, para callar y obedecer.
ALGUNOS DE LOS MILITANTES DESCONTENTOS por la forma de actuar de su dirigente nacional y de sus líderes locales, consideran que la única vía que les queda para derribar una dirigencia que está ocasionando una entrega del PRI al partido representante de la derecha y que en su oposición al gobierno de Morena, hace el ridículo, recurriendo a criticas idiotas, a oponerse cerradamente a la aprobación de leyes para proteger nuestros recursos energéticos y mineros, algo que en los tiempos del PRI nacionalista y revolucionario, su mismo partido lo hubiera propuesto; la única forma, decimos, es la vía jurídica.
Si la actual gobernadora de Campeche, Layda Sansores, denuncia al tal “Alito”, por todo lo que ha encontrado de corrupción y abusos de poder de su antecesor y éste es sujeto a proceso, el dirigente nacional priísta, se verá obligado a renunciar, que es lo que están pidiendo a gritos los descontentos del partido tricolor, entre los que se encuentran personalidades de relieve a nivel nacional.
ALGUNOS DE LOS PRIÍSTAS POBLANOS ENTREVISTADOS, opinaron que esa es la vía más fácil para derribar al actual dirigente y sus acompañantes, y con eso limpiar al partido de dirigentes sin sensibilidad política ni social, que no se han dado cuenta del gran daño que están haciendo al partido, que estuvo en el poder 80 años y en la situación actual, podría desaparecer.
El señor Moreno Cárdenas cree o finge creer que arrasó en las elecciones internas para designarlo dirigente nacional, pero sabe muy bien, que desde México se dieron órdenes a las dirigencias locales para rellenar las urnas, porque ya el PRI, estaba en seria crisis interna.
Para que se dé usted una idea de lo ocurrido en esa elección priísta, para hacer ganar en forma irrefutable a don Alejandro Moreno Cárdenas, se rellenaron las urnas con poco más de 82 mil votos, y el mismo sistema se empleó para llevar al comité estatal que preside don Néstor Camarillo.
Tal vez un día de estos, quienes participaron en esas maniobras, que en la época priísta se utilizaban para elecciones internas y para elecciones de autoridades municipales, estatales y nacionales, se decidan a hablar y desenmascaren a quienes todavía piensan que en este país no ha pasado nada.
MUY COMENTADA LA NOTICIA DEL TRASLADO del licenciado Javier López Zavala, acusado de haber ordenado el asesinato de una abogada de origen español, con quien mantuvo durante un tiempo relaciones matrimoniales, al penal de alta seguridad del Altiplano, más conocido como Almoloya.
Todavía no se encuentra explicación para comprender, cómo un abogado y político de altos vuelos, el señor fue candidato a gobernador por el PRI y había sido alto funcionario público, pudo hacer lo que hizo. Si resulta culpable y todo indica que lo es, acabará con toda su carrera profesional y política, y tendrá que pasar una larga temporada en prisión, provocando una pena muy grande entre toda su familia.