Con tan solo nueve años de edad Michelle Arellano Guillén, empezara a estudiar la carrera de Medicina el próximo agosto. El Coeficiente Intelectual de la originaria de Chiapas está tan solo dos puntos por debajo del de Albert Einstin.
Los padres de la pequeña señalan que antes de sus nueve años de edad, algunos psicólogos la describían como “un adulto chiquito” y le aseguraban a la familia que el comportamiento de Michelle era sorprendente, pues actuaba con gran rectitud, madurez y propiedad.
Michelle aprendió a hablar en inglés al año y medio de vida, pero también recibió mucha estimulación temprana por parte de su padre, que también ejerce la Medicina en la misma entidad.
Pese a que fue rechazada en cinco primarias diferentes porque “los maestros no podían con su inteligencia”, cuando sus padres hallaron una escuela en la Michelle pudo adaptarse, notaron que la niña rápidamente se aburría en clase.
Michelle es una niña como cualquiera, juega con muñecas y es amante del deporte, pero tiene claro en mente que, cuando sea grande, quiere ser médico y bióloga marina. A su corta edad ya conoce una sala de cirugía, pues su mamá la ha ido fogueando en la rama de la Medicina, por lo que, asegura, quiere ser cirujana cardiovascular