Una mujer de 40 años de edad, originaria de Australia, perdió la vida después de que un policía al confundirla le disparara; la mujer momentos antes había llamado al 911 para informar de un supuesto abuso sexual a una chica cerca de su hogar.
De acuerdo con la información, Justine Damond, dio aviso al 911 de que una chica cerca de su hogar estaba siendo agredida sexualmente. Tras unos minutos sin la aparición de los agentes, Justine decidió volver a marcar al 911 confiando en que quizá se hubieran equivocado de domicilio recibiendo la misma respuesta: “los agentes están en camino”.
De esta última llamada, no tardaron en llegar dos agentes identificados como Matthew Harrity y Mohamed Noor, vieron en la calle a Damond que se acercaba a su ventanilla tras escucharse un fuerte ruido, por lo que el segundo agente decidió abrir fuego en contra de ella perforándole el abdomen y dándole muerte diez minutos más tarde.
No se cuenta con más información debido a que no hubo testigos y debido a que las cámaras de seguridad de la misma patrulla, y las cámaras que llevaban los agentes en sus uniformes se encontraban apagadas.
Tras darse a conocer la noticia, en Australia decenas de familiares y amigos se reunieron en el amanecer en la playa de Freshwater en Sydney para conmemorar la vida de Juntine cuestionando la capacidad que tiene la policía estadounidense y argumentando que “eso jamás hubiera ocurrido aquí”.
Por su parte, Betsy Hoges, alcadesa de Minneapolis dijo: “Todavía hay muchas preguntas importantes y esperamos que puedan ser respondidas pronto. Queremos que se haga justicia”.
(Con información de El Sol de México)