Este viernes el Parlamento Surcoreano destituyó a la presidenta del país, Park Geun-Hye, tras ser acusada de corrupción y tráfico de influencias, las cuales causan por seis semanas manifestaciones masivas por parte de los ciudadanos surcoreanos.
Con 234 votos a favor y 56 en contra, el Parlamento transfirió los poderes como jefe de estado al primer ministro, HwangKyo-Ahn, mientras se espera el dictamen del Tribunal Constitucional, que debe ratificar o invalidar la decisión parlamentaria.
Para que la destitución de la presidenta se haga efectiva se requiere el voto de seis de los nueve jueces del Constitucional, que cuenta con un período de evaluación de hasta seis meses, durante los cuales Park puede permanecer en la residencia presidencial, la Casa Azul, lo que podría alargar la parálisis política.
Park Geun-Hye, de 64 años, es acusada de corrupción y tráfico de influencia, las cuales fueron efectuadas a través de su amiga íntima que presuntamente recaudó decenas de millones de dólares de grandes empresas del país -mediante extorsión o a cambio de favores- y posteriormente se apropió parte de los fondos.
Po lo que, los fiscales señalaron a la presidenta como “cómplice” de la apodada “Rasputina”, la hija del controvertido líder de una secta religiosa que incluso editaba los discursos de Park y presuntamente intervino en asuntos de Estado sin ostentar cargo alguno.
Por su parte la presidenta pidió perdón ante los surcoreanos ante un canal de televisión local de Corea del Sur.
«Quiero disculparme ante todos los surcoreanos por este caos nacional que he creado por mi negligencia, en momentos en que nuestro país afronta tantas dificultades, desde la economía a la defensa nacional», declaró.
Park pasa la historia como la primera presidenta surcoreana elegida democráticamente en no terminar su mandato de cinco años.
«Tanto si están a favor como en contra, todos los diputados, así como el pueblo surcoreano, deben sentirse abatidos» declaró el presidente de la asamblea parlamentaria, Chung Se-Kyun.
Mientras, países asiáticos como China y Japón han expresado la pronta solución del conflicto.
El Gobierno Chino dirigió un mensaje a Corea del Sur en el que confió que recupere la estabilidad política pronto y aprovechó para criticar la decisión de instalar el sistema antimisiles estadounidense.
Por su parte, el ejecutivo de Japón expresó su deseo de mantener la cooperación y preservar los intereses estratégicos bilaterales, especialmente en seguridad.
(Con información de El Mundo)