Gabriel Sánchez Andraca / Semana Política
Los partidos de oposición que conforman la coalición PRI-PAN-PRD, al anunciar que acordaron luchar juntos por los 217 municipios de la entidad en las elecciones para el 2024, demuestran que ni siquiera conocen su realidad.
De los tres, solo el PRI tiene presencia y militantes en los 217 municipios, aunque ya no tantos como antes. El Partido Acción Nacional (PAN), si acaso tendrá representación en 50 y creo que estamos exagerando, y el PRD, tendrá unos veinte comités en otros tantos municipios, y creo que, en este caso, también estamos exagerando.
Ya lo hemos dicho, pero repetimos: la entidad poblana tiene siete municipios con menos de mil habitantes; doce municipios con menos de dos mil, y veinte con menos de tres mil. Solo el PRI, en su larga historia y antes de su derrumbe, contó con comités o por lo menos con una representación, en los 217 municipios del estado.
El PAN y el PRD, han sido partidos desconocidos en la mayor parte de las comunidades. Sus triunfos esporádicos han sido producto del descontento surgido por malos gobiernos priístas, pero últimamente, después de los gobiernos neoliberales, el descontento ha sido unánime.
En 2018, el Partido Revolucionario Institucional, perdió no solo la mayoría de los municipios y de las diputaciones, incluida la gubernatura, sino que su estructura tuvo un severo golpe, y su disciplina y unidad interna, se derrumbaron.
Pero, aun así, sus aliados no son garantía de nada. El PAN, ya no tiene fuerza ni siquiera en los municipios importantes que fueron su bastión durante algunos años, algo que presumían constantemente. Ya no tienen los ayuntamientos de Tehuacán, ni de Atlixco, ni de San Martín Texmelucan, ni de Tepeaca, ni de Huauchinango; en fin, solo ganaron la capital del Estado, por circunstancias especiales, que todo parece indicar, que no se volverán a repetir.
El PRD, prácticamente se deshizo, cuando saltó a la palestra el Movimiento Regeneración Nacional, “Morena”, cuando obtuvo su registro como partido político. Miles de perredistas emigraron a Morena siguiendo a Andrés Manuel López Obrador, su líder, y dejaron solos a los integrantes del comité directivo estatal, que no han movido un dedo para recomponerse.
El trío que conforman los que fueron durante mucho tiempo los representantes del liberalismo, del conservadurismo y de la izquierda nacionalista, de hecho, se desplomaron ideológica y organizacionalmente. El único que podría salvarse en algunos casos, es el Partido Revolucionario Institucional, que sigue teniendo cierta presencia en algunas zonas del estado.
Él fue durante ocho décadas, el partido omnipresente en todo el estado, y como dice el dicho: tiene más el rico cuando empobrece, que el pobre cuando enriquece: le queda una estructura muy golpeada, pero ni el PAN, ni el PRD, tienen eso, y una militancia disminuida, pero leal.
Los priístas y perredistas, andan agarrados de la greña. En esas condiciones, lo único que pueden lograr, es que el PRI haga crecer un poco al PAN. El PRD, no tiene remedio. Muchos lo consideran partido en extinción.
Morena tiene la ventaja de estar en el poder nacional y ser ahora el partido mayoritario, que padece muchos de los males que sufren los partidos que han sido tradicionales: carecen de estructura, de unidad interna, no tienen organización y no tienen buenos líderes locales. Su fuerza se las da el presidente López Obrador, que él es sí, un líder fuera de serie.
EL GOBERNADOR MIGUEL BARBOSA HUERTA, anunció la puesta en marcha, durante la próxima Semana Santa, de un proyecto de seguridad para todo el estado, a fin de garantizar que las fiestas religiosas que se llevan a cabo en toda la entidad, se desarrollen en un clima de paz y seguridad, para los poblanos y los turistas o visitantes que vengan a pasar esos días en la capital, y en los municipios del interior de la entidad.
Ha pedido a los presidentes municipales, que organicen bien a los vendedores ambulantes de sus respectivas demarcaciones, sin rigor, pero con firmeza, a fin de que no surjan problemas entre ellos.
A la vez, exhortan a la ciudadanía a que, por ser festividades religiosas, se abstengan de consumir o vender bebidas alcohólicas. Esas fiestas o conmemoraciones, no son para eso y además eso facilitará la labor de los organismos de vigilancia.
LOS GRUPOS SIMPATIZANTES DEL GOBIERNO DE LA 4T, están en plena campaña para invitar a todos los ciudadanos, a concurrir a las urnas el próximo 10 de abril, para votar por la revocación de mandato.
Mediante una conferencia, el profesor Mario Vélez, un militante de izquierda, afirmó que la Revolución pacífica de la 4-T, significa el fin del enriquecimiento ilícito, el fin del neoliberalismo, el fin de la discriminación y el fin del saqueo de las riquezas de nuestro país, que han sido entregadas a intereses extranjeros, hundiendo así a nuestro pueblo, en la peor de las miserias.
Expuso que el Movimiento de la 4-T, en el estado de Puebla, está impulsando una transformación de conciencias, que permita la consolidación de la Revolución 4-T.