Es muy común ver a abuelitos que reciben algún tipo de pensión, llegar a los cajeros bancarios y no saber como retirar dinero, por lo cual piden ayuda a alguien que se encuentre en el lugar, sin embargo, este tipo de situaciones es aprovechada por algunas personas para desfalcarlos.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, reporta que 32,1% de las personas que acuden a presentar una queja por un presunto fraude, son mayores de 65 años, siendo el analfabetismo digital o desconocimiento de la tecnología el principal gancho para robarles su dinero.
Por su parte Luis Fabre, vicepresidente técnico de la Condusef, indica que el sector de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) presenta el mayor número de reclamaciones. “Al terminar su vida laboral buscan retirar sus recursos, con lo que se encuentran con que están mal sus datos, el saldo, tienen menos semanas trabajadas, entre otros”.
Es muy fácil que los adultos mayores sean víctimas de fraude, desde supuestos empleados bancarios que les ofrecen ayuda, o bien de links que se les envían a sus teléfonos o de llamadas fraudulentas.
Es por eso que la mayoría de las personas de la tercera edad consideran que no hay nada mejor como ir al banco a hacer las operaciones con una persona que se identifique como empleado.
El año pasado, ocho firmas pertenecientes a la Asociación de Bancos de México (ABM) firmaron un decálogo para mejorar la atención de las personas adultas mayores: BBVA, Scotiabank, Mifel, Santander, Banco Azteca, Citibanamex, Banregio e Inbursa, quienes concentran alrededor del 65% de los clientes de la banca en el país.