Marco Antonio Fernández, especialista en temas educativos de la organización México Evalúa, señaló que el Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (por sus siglas en inglés APA) demostró que México vive una“tragedia educativa mayúscula”ante la que los gobiernos y la sociedad no pueden seromisos,pues de lo contrario se estará condenando al país a lamediocridad.
En entrevista con Aristegui Noticias, el también miembro de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, reveló que “desde hace 15 años, cuando se aplicó la primera prueba Pisa,México no ha reportado ninguna mejoraen matemáticas, ciencias o lectura y nuestros estudiantes se encuentran en niveles básicos o mal desempeño”.
Asimismo aseguró que estos resultados no implican necesariamente elfracaso de la Reforma Educativaimpulsada por el gobierno de Enrique Peña Nieto, ya que inicio su funcionamiento en el año 2014, por lo que se tendrá que esperar el impacto que tiene ésta en la calidad de este servicio.
Sin embargo, alertó que no ve signos positivos con lo que está ocurriendo en los estados: “no se ha transparentado laasignación de plazas; los docentes no están recibiendo tutorías para su capacitación; continúa el pago acomisionados,y persisten losaviadoresen la nómina. Todos estos son elementos que minan la Reforma Educativa”.
Marco Antonio Fernández subrayó que todo esto demuestra que persisten las “prácticas decorrupción y clientelismo” en el reparto de las plazas docentes y la distribución del presupuesto educativo.
El especialista destacó que lo grave es que entre los gobiernos estatales, el Federal y ciudadanía existe una omisión del tema, así como una complicidad que permiten estas situaciones en la educación.
“Sería una nueva tragedia que en tres años, cuando se aplique nuevamente la prueba Pisa, México no haya logrado avance alguno.Se estaría condenando a la mediocridad, a empleos de mala calidad, a no ser competitivos ante el mundo y a tener ciudadanos deficientes”.
Por ello, el integrante de México Evalúa destacó que lospadres de familiatienen que asumir unrol más activo“y no solo dejar a los niños en las escuelas,no toda la responsabilidad educativa es del docente”.
Mientras que las organizaciones y la sociedad deben exigir a las escuelas públicas y privadas querindan cuentas de los recursos que recibeny de las ausencias de los profesores; así como a los secretarios de educación de los estados y a los gobernadores que cumplan con sus atribuciones “yno le echen la bolita a la SEP”.
Concluyó que, por desgracia, las autoridades solo actúan cuando reciben“un guamazo político”.
(Con información de Aristegui)