Redacción / Internacional.
Una tormenta de nieve “potencialmente mortal” se extendió ayer sobre el noreste de Estados Unidos con fuertes nevadas y vientos que paralizan la vida cotidiana de unos 70 millones de habitantes.
Ciudades como Nueva York y Boston fueron las más afectadas por la tormenta, que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) confirmó que se intensificó hasta convertirse en un “ciclón bomba”, caracterizado caídas fuertes rápidas de la presión atmosférica.
El NWS advirtió de que los vientos podrían alcanzar entre 80 y 120 km/h y de “condiciones de viaje casi imposibles” en el noreste de Estados Unidos. El alcalde de Nueva York, Eric Adams, instó a los ciudadanos a quedarse en casa advirtiendo que “la madre naturaleza suele hacer lo que quiere”.
La red de metro funciona casi con normalidad y como es habitual con el mal tiempo, sirve de refugio a miles de personas sin hogar durante la tormenta. Las máquinas de sal y las quitanieves se empleaban a fondo en Nueva York, donde Central Park fue cubierto por 19 centímetros de nieve y las líneas de trenes regionales estaban parcialmente cerradas.
En Times Square, corazón de Nueva York, las luces de neón de los carteles se difuminaron. Nueva York y el estado vecino de Nueva Jersey, además de Virginia, Maryland y Delaware, declararon la emergencia para la totalidad o parte de esos estados.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, advirtió a los residentes el sábado que “la fase más peligrosa de la tormenta es ahora”.
“Vuelvan a casa esta noche con cuidado, quédense en casa durante el fin de semana, eviten cualquier viaje innecesario”, dijo la gobernadora en un comunicado, señalando que habría nevadas especialmente fuertes en Long Island, Nueva York y la zona baja del valle del Hudson.
El frío se extendió hasta el sur de Florida, donde el NWS advirtió de “caídas de iguanas dispersas o aisladas desde los árboles”, ya que el descenso de temperaturas paraliza temporalmente a estos grandes lagartos.
Residentes de pueblos y ciudades de toda la costa este fueron advertidos de evitar todo viaje innecesario, así como de la caída de nevadas adicionales más intensas en Nueva Inglaterra. En Long Island, oficiales reportaron que una mujer fue hallada sin vida en su auto por un operador de quitanieves.
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, manifestó que había habido “serias nevadas durante la mayor parte del sábado”, y que todavía hay “una visibilidad bastante limitada”.
Por su parte, el departamento de obras públicas de Boston aseguró que 900 quitanieves estaban trabajando duro en las calles de la ciudad. El conductor de quitanieves Mark Burns, de la zona de South Shore de boston, dijo que la nieve se había vuelto pesada: “Se suponía que iba a ser ligera y esponjosa, pero ahora está un poco húmeda”.
Unos 3 mil 500 vuelos, tanto internos como internacionales, fueron cancelados ayer en Estados Unidos, según el rastreador de vuelos FlightAware. Unos mil vuelos que tendrían que despegar el domingo también han sido suspendidos. Las cancelaciones el viernes sumaron más de mil 450.